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La huella de Carlos Giménez: "Festivales Teatrales en Argentina" por Ana Seoana ( (IUNA/UBA), Revista Territorio Teatral, Argentina, Buenos Aires diciembre 2001





Carlos Giménez impulsado por este pasado sueña con armar un Festival en su propia provincia, pero aunque inicia la organización lo expulsan de la misma en 1967.




Carlos Giménez, José Salas y Jorge Arán, de gira por Europa,
1966. Fuente: Jorge Arán




¿Por qué realizar un festival? ¿Qué significancia puede tener o para qué sirve? Estas son sólo algunas de las preguntas, pero las respuestas son muchas más. Tal vez los gestores culturales franceses ya a principios del siglo XX habían descubierto la necesidad de mostrarle a su población y a sus artistas otras realidades. Aunque seguramente no podían haber previsto el significado que tuvo para Antonin Artaud ver a la compañía de la Isla de Bali en la Exposición Colonial que se realizó en París, durante 1931. Resultado de esta experiencia se verifica en las páginas de El teatro y su doble publicado cinco años más tarde.

Historiadores, filósofos o sociólogos pueden analizar desde otro nivel teórico la influencia que ejerce el choque de las distintas culturas, pero en el arte las consecuencias pueden disparar de manera muy distinta. Así aparecen influencias, maestros, vocaciones que emprenden otro viaje y técnicas que se enriquecen.

En la República Argentina todas las provincias se vieron afectadas por las dictaduras. En el caso de Córdoba uno de los grupos más emblemáticos, el "LTL" ("Libre Teatro Libre") emprendió su dispersión a partir del Golpe Militar de 1976. También esta provincia, pero en 1984, fue la primera en darse cuenta que el teatro podía volver a las calles y que se debía ver y aprender de los espectáculos que se gestaban y creaban en distintas partes del mundo. El retorno democrático argentino a partir del 10 de diciembre de 1983 permitió que el creador Carlos Giménez (1946-1993) pudiera extender su proyecto. Había nacido en Rosario, pero creció en Córdoba, luego el exilio lo trasladó a Caracas. Primero ideó un festival internacional en su país adoptivo, Venezuela, y con la ayuda de una economía resplandeciente y el apoyo incondicional de varias personalidades del mundo cultural - como María Teresa Castillo - creó en Caracas una cita teatral.

Giménez recordaba en varios reportajes el significado que tuvo participar del Primer Festival de Teatro de Nancy junto a su grupo "El Juglar", en 1965. Sólo tenía 19 años cuando fue premiado como director y compartió la Mención de Honor en Varsovia con otro elenco de Alemania Oriental.

"En ese entonces -confesaba Giménez en una entrevista- conocí a Jacques Lang, que era el director del Festival Mundial de Nancy, luego Ministro de Cultura de Francia, y así es que en 1964 establezco mi contacto con los festivales internacionales, lo que va a ser muy importante porque Jacques Lang nos invita a participar en el año 1965 en el Primer Festival Mundial de Nancy (.) Esta participación tuvo una enorme importancia si pensamos que se trató de la ida al Festival Mundial de Nancy y a los Festivales de Varsovia y Cracovia, en Polonia, en el año 1965, de un grupo teatral de provincia que no salía de Córdoba para llegar a Buenos Aires, sino que salía de Córdoba para participar en estos eventos tan importantes. Además en 1965 arrancan simultáneamente todos los movimientos que van a tener enorme repercusión en el mundo teatral, como es Nancy, como es Grotowsky, como es Eugenio Barba, es Jacques Lang, es Els Joglars de Barcelona y La Comuna de Portugal" 1

Carlos Giménez impulsado por este pasado sueña con armar un Festival en su propia provincia, pero aunque inicia la organización lo expulsan de la misma en 1967. Argentina había cambiado desde el 28 de junio de 1966, se vivía una dictadura liderada por Juan Carlos Onganía y la huida de tantos compañeros teatreros lo determina también a partir. En Venezuela, en 1971 y con la ayuda de María Teresa Castillo y el "Ateneo de Caracas" nace el Primer Festival Internacional de Teatro, donde Giménez asume la Dirección Artística.

Un país rico económicamente, pero no tanto teatralmente tuvo una notable transfusión escénica a partir de esta fecha. Los elencos más importantes del mundo se dieron cita allí, desde "The Berliner Ensemble" hasta "Els Joglars", sin dejar de lado la presencia de creadores de la talla de Tadeusz Kantor, Lindsay Kamp o Peter Brook. Será por esto que Giménez también proyecta que su Córdoba pueda palpar este tipo de experiencia, pero deberá esperar varios años. Con el retorno democrático consigue el apoyo nacional y provincial, ambos en ese momento (1984) son del mismo color político: radicales.

Cuando las periodistas Ana María Fernández de Rodríguez y Viviana Marcela Iriart le preguntaban en esos años sobre el por qué de un festival, Giménez respondía:

"Creo que es de importancia vital, porque consolida todo un aspecto y una filosofía de vida frente al teatro. Sin embargo es un hecho relativamente incomprendido en todo el contexto venezolano, por la inversión que esto significa (.) el Festival proyecta y genera una relación internacional del teatro venezolano, le abre nuevas estructuras, eleva el nivel de reflexión, potencia y califica la labor de nuestros creadores y genera toda una apertura que incorpora a una gigantesca clase a la actividad teatral, especialmente a la gente joven" 2

Con este pensamiento de política cultural Giménez, una década más tarde emprendió, en Córdoba un nuevo desafío: el "Primer Festival Latinoamericano de Teatro", que se inició el 18 de octubre de 1984. Llegaron grupos como "Malayerba" de Ecuador con el espectáculo La Fanesca de María Escudero; el teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); "La Fura dels Baus" desde Barcelona; "Yuyaskani" de Perú; "Rajatabla" de Venezuela y Ellean Stewart del grupo "La Mamma" de Estados Unidos, quien consiguió organizar un espectáculo con artistas locales.

Fueron muchos los estudiantes de teatro, actores y periodistas que fueron a este festival. Las huellas quedaron, sobre todo se las pudo palpar con el grupo "La Organización Negra" luego transformado en "De la Guarda" quienes después de asistir al espectáculo de "La Fura" decidieron que había encontrado su lenguaje.

Los festivales en Córdoba, tanto los Latinoamericanos, desde 1984 como los Nacionales desde 1985 o los más actuales del Mercosur, desde el año 2000, se han caracterizado por incluir público. Siempre en el diseño de funciones se diagramaron espectáculos para que fueran a prisiones, hospitales psiquiátricos y que se pudieran realizar propuestas callejeras. Casi una consigna en todos estos años: al público no se lo espera, se lo va a buscar, sin importar ni las edades, ni sus historias: todos son espectadores.

Argentina en 1984 necesitaba volver a conquistar el espacio público, sentir que la democracia les permitía lo que la dictadura le había prohibido: hacer funciones en villas miserias, en barrios marginales, pero también en las plazas más céntricas. Ese año se conforman dos grupos en Buenos Aires que recorrerán las calles cordobesas: "Dorrego" con dirección de Carlos Risso Patrón y "Teatro de la Libertad" de Enrique Dacal. El primero llevó un espectáculo titulado Boca-River, mientras que el otro prefirió retomar la historia del teatro nacional con su propio Juan Moreira.

Debieron pasar varios años para que la ciudad de Buenos Aires organizara su propio festival, pero aspiró a los Internacionales. Así empieza la otra historia, la más cercana para los porteños, la del "Festival Internacional de Buenos Aires" o más conocido como el FIBA, que nació el 2 de octubre de 1997. Esa primera edición se extendió por diez días e impuso un proyecto de continuidad cada dos años. A pesar del tiempo transcurrido este festival lleva como una marca de fuego la necesidad de convocar en estos escenarios figuras y elencos de notable peso internacional. Casi todos los directores artísticos del FIBA consideraron que el público de Buenos Aires quiere ver espectáculos reconocidos en el campo de la crítica. Así llegaron para la primera edición: Hanna Schygulla, Milva y el "Berliner Ensemble", que trajo la puesta de Heiner Müller de La resistible ascensión de Arturo Ui, de Brecht con la actuación de Martin Wuttke. Otras sorpresas llegaron desde Bolivia con el "Teatro de los Andes" dirigido por el argentino Cesar Brie y desde España, con el grupo "UR Teatro Antzerkir", quienes presentaron Romeo y Julieta de Shakespeare con dirección de Helena Pimenta, sin olvidar el alto y molesto impacto del extraño silencio que proponía el espectáculo Femtella, de Túnez.

La segunda edición se adelantó para el mes de septiembre (del 9 al 26) del año 1999 y llegó desde Barcelona al grupo "Els Joglars" con Daaali; también se presentaron: Robert "Bob" Wilson con su creación, Persephone; Steven Berkoff con su unipersonal creado e interpretado sobre los villanos de Shakespeare; el elenco de Peter Brook, aunque sin él, estrenó The man who y otro grande, Vittorio Gassman interpretó El adiós al matador. Entre las sorpresas más notorias habría que subrayar la Orestea de Romeo Castellucci y "Astrid Hadad y los Tarzanes", desde México.

Quizás lo más notable de la tercera edición, en el difícil año 2001 fue la llegada del grupo "Carnicería teatro" con Conocer gente y comer mierda de Rodrigo García y la original puesta en escena de Hamlet a cargo del elenco "Meno Fortas Theatre" de Lituania, con dirección de Eimuntas Nekroius.

La cuarta edición fue en el año 2003 donde volvió el "Berliner Ensemble" con su actor Martin Wuttke de la mano de su espectáculoArtaud recuerda a Hitler y el romanisch café. La quinta edición (2005) convocó al director alemán Frank Castorf con su espectáculo Endstation Amerika (versión libre de Un tranvía llamado Deseo), también se presentó una versión de Tio Vania por Luk Perceval (Bélgica), Laurie Anderson y se conoció a un elenco de Sudáfrica.

Mas cercana en el tiempo, la VI edición en el año 2007 permitió finalmente que llegara Ariane Mnouchkine con su "Teatre du Soleil" desde Francia conLes Ephémères. También dos propuestas distintas de Pippo Delbono desde Italia y entre las sorpresas habría que incluir el espectáculo Kagemi de Japón por el grupo "Sankai Juku".
En el año 2009 la VII edición quiso girar el eje de los espectáculos confirmando una grilla con propuestas y directores menos conocidos, así por primera vez llegó a Buenos Aires un espectáculo de Mozambique. El último FIBA, el que se realizó en este año, 2011 volvió a la necesidad de invitar a los grandes nombres, por lo cual Peter Brook volvió a ser convocado.

La elección de ciertos títulos y grupos es absolutamente parcial, ya que quedan de lado propuestas de danza y música. Hay que subrayar que en muy pocas ocasiones se utilizaron espacios no tradicionales. Esta es una de las grandes diferencias con el Mercosur de la ciudad de Córdoba, que no sólo arma espectáculos callejeros sino que lleva propuestas nacionales o internacionales hacia grupos de la sociedad tan marginados como las cárceles o villas alejadas del centro.

Pero una ciudad como Buenos Aires no podía tener sólo un Festival teatral, por eso desde el año 2010, la agrupación "Espacios Escénicos Autónomos" diseñó el "Festival Escena". Se realizó su Segunda Edición en el 2011 desde el 17 de septiembre al 8 de octubre,
"coincidiendo con el VIII Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA)", ya que ellos se propusieron desde sus declaraciones: "Difundir en forma conjunta las obras que se exhiben en los Espacios Escénicos Autónomos de la Ciudad. Estas salas ofrecerán su programación con una entrada accesible y unificada (fue de $20). Además, habrá talleres, charlas abiertas, espacios compartidos y la presentación de un proyecto colectivo de intervenciones en todos los espacios participantes del evento MAPA ESCENA. Durante tres semanas, el público, la crítica especializada y los curadores internacionales, tendrán la posibilidad de tomar contacto con los espacios que integran ESCENA, con su historia, su presente y futuro, y con su compromiso en la defensa y fomento de una red de producción y exhibición autónoma, cuya existencia ubica a Buenos Aires entre las Capitales de Artes Escénicas más ricas y experimentales del mundo" 3

El listado de estos Espacios Escénicos Autónomos incluye a: "Abrancancha", "¡Brilla Cordelia!"; "Club Cultural Matienzo"; "Calabaza Productora"; "Club de Teatro Defensores de Bravard"; "El Brío"; "El Crisol"; "El Pacha"; "El Paraíso"; "Elefante Club de Teatro"; "Espacio Boris"; "Espacio Polonia"; "Granate"; "Machado"; "Oeste Estudio Teatral"; "Querida Elena Sencillas Artes"; "Sala Escalada"; "Teatro del Perro"; "Vera Vera Teatro" y "Zafra estudio". Contaron con el apoyo de numerosas revistas y páginas web como: Alternativa Teatral, "Llegás", "Saverio", Imaginación Atrapada, Crítica Teatral, "El Altillo Under", "Funámbulos", GEO Teatral, ABC Cultural, "Inrockuptibles", "BAVoice", "Cultra", "En Movimiento" (IUNA) y la Agencia NAN. También sumaron su apoyo para la difusión dos radios como: FM La Tribu y Colmena y algunos programas de otras emisoras como "A Bambalinas con Rita" y "Lunes de mi ciudad".

Ya alejados de la ciudad de Buenos Aires, pero en la provincia del mismo nombre, más precisamente en la ciudad de Azul dos iniciativas conviven desde hace cinco años. En mayo del 1984 el "Taller Teatral Municipal de Azul" conformó un equipo de trabajo enseñando y estrenando. Fueron ellos, pero bajo el nombre de "Equipo Delta - Trabajo Teatral" quienes desde el año 2000 organizan sus "Encuentros" llamados "Otoño Azul", y en su última edición (la número XII del 2011) consiguieron sumar el auspicio de la Municipalidad de Azul, más los apoyos de IBERESCENA, el Instituto Nacional del Teatro y la Secretaría de Cultura de la Nación. De manera independiente y de autogestión arman una programación que desde su primera edición incluyó elenco de otros países, a los que ellos alojan a cambio de funciones. Todos los espectáculos participan de un concurso donde un jurado especialmente convocado - y todos los años distinto - evalúa lo mejor de esas propuestas, sin olvidar que uno de los premios está en manos del público asistente. El interés por participar fue creciendo y en esta última edición el comité seleccionador evaluó 400 espectáculos que estaban interesados en participar de la programación. Desde el exterior se incluyeron grupos de España, Estados Unidos, Cuba, República Dominicana, Colombia, Brasil, Perú, Chile y Uruguay.

La ciudad española de Mancha eligió a varias ciudades como "Cervantinas" en el mundo y fue Azul, en la provincia de Buenos Aires la designada en el 2007 como "Ciudad Cervantina de Argentina" por el Centro UNESCO Castilla/La Mancha, transformándose así en la primera de Sudamérica. Esto se debió a su patrimonio cultural, más precisamente a la colección cervantina que se puede ver en la "Casa Museo Ronco", donde se expone "una de las colecciones privadas más importantes en su tipo fuera de España". Ese mismo año y de manera oficial se instauró el "Festival Cervantino" que durante noviembre del 2011 cumplirá su quinta edición. Pero no sólo hay teatro en su programación, sino que siempre se incluye: "música, artes visuales, conferencias y gastronomía".

La provincia de Santa Fe con una importante tradición teatral no podía quedar al margen de los festivales. Uno de los primeros en comprender esta necesidad de convocar espectáculos de distintas nacionalidades para proponerlos como abanico cultural frente a la sociedad fue el grupo rosarino "El rayo Misterioso". Ellos desde el 7 de diciembre 1998 organizan su propio festival al que han bautizado como "Experimenta" y la selección cae sobre su creador: Aldo El-Jatib. Con una ritualidad que asombra todos los 7 de diciembre de cada año y hasta el 13 de ese mismo mes abren las puertas de su teatro y en algunos casos suman otros espacios para que el público rosarino se acerque a ver otro tipo de teatralidades, más alejadas de las propuestas comerciales.

"Experimenta" dio un importante espacio para que creadoras de teatro/danza como Cristina Prates pudieran no sólo presentar sus espectáculos sino también y en ese marco dictar talleres. En el año 2007 se le realizó un homenaje a la "Comuna Baires" de Milán y contaron con la presencia de su creador, Renzo Casali, quien al año siguiente cumplió 50 años de teatro.

Otra ciudad de la misma provincia que tiene desde hace varios años su propio festival es Rafaela. El origen fue en el año 2004 cuando allí se realizó la Fiesta Nacional del Teatro, organizada por el Instituto Nacional del Teatro (INT). La propuesta fue alejarse de las capitales y darle la posibilidad a una ciudad para que organizara este importante encuentro, donde se dan cita elencos elegidos a través de concursos y selección. Rafaela no sólo demostró que tenía una estructura para sostener este tipo de propuestas sino que contaba con un público entusiasta que iba de una sala a otra para poder ver la mayor cantidad de espectáculos. A partir de contactar esta realidad, otro grupo teatral "La Máscara" con su creador y director al frente, Marcelo Allasino conformaron esta cita ineludible en el mes de julio de cada año.

La fuerza de este festival encontró apoyo en las autoridades políticas, ya que al cumplir sus siete años consecutivos en cogestión con el Instituto Nacional del Teatro y el Gobierno de la Provincia de Santa Fe fue la Cámara de Senadores quien durante el 2010 aprobó por unanimidad el proyecto de ley, por la cual se la declaró a Rafaela "Capital Provincial del Teatro". También fue muy importante que durante el acto de apertura del "Festival de Teatro Rafaela 2010" el Intendente Municipal (Omar Perotti) le solicitara al Gobernador de la provincia de Santa Fe (Dr. Hermes Binner) y a la Ministra de Innovación y Cultura de la Provincia (Lic. María Angélica González) la creación de la carrera de "Profesorado de Artes en Teatro" en dicha ciudad. 

En cada edición el Festival demuestra su crecimiento e evolución. Por ejemplo, invita a distintas compañías nacionales a presentarse en sus escenarios y además asume la responsabilidad de estrenar espectáculos seleccionados a través del Concurso de Coproducciones Locales. Un jurado -siempre diferente- analiza las propuestas y decide entregar un subsidio para que se puedan montar y estrenarse en el transcurso del Festival. Esto implica un desafío ya que no siempre las carpetas o pocos minutos de una presentación dan una idea cabal de los resultados finales. Pero es muy positivo que una sociedad arriesgue en el arte. No hay que olvidar que siempre se suman otras actividades, como la realización de talleres, seminarios, charlas y mesas de devoluciones. Otra de las tradiciones más notables de este festival, como en el de Rosario es mantener una mesa de devoluciones al día siguiente de la primera función. Así artistas, críticos y público asistente pueden conocer no sólo el proceso creativo sino también la mirada especializada sobre el trabajo presentado.

Desde 2004 la Universidad Nacional del Litoral ubicada en la ciudad de Santa Fe, en la provincia del mismo nombre organiza el "Festival Argentino de Teatro" donde la dramaturgia nacional es el eje. Ya participaron elenco de muy distintas partes del país, desde Tucumán hasta Neuquen, desde Córdoba hasta San Luis. Abrieron sus puertas para invitar a algunos espectáculos de países limítrofes, como es el caso de Uruguay. En este marco la UNL ya reconoció la trayectoria de varios dramaturgos nacionales, declarándolos "Huésped de Honor", así sucedió con Griselda Gambaro (2004), Roberto "Tito" Cossa (2005) Eduardo "Tato" Pavlosvky (2007) y Mauricio Kartún (2009).

Formosa, desde el año 2005 organiza un "Festival Internacional del Teatro de la integración y el reconocimiento", con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro. En esa primera edición participaron los elencos de los países limítrofes como Paraguay, Brasil, Chile, Bolivia y Uruguay, pero en las subsiguientes se fue ampliando el mapa teatral incorporándose España, Cuba, Colombia, El Salvador, Costa Rica, Perú, Ecuador, Nicaragua y Francia.


Conclusiones

Parecería que detrás de todo diseño de un festival hay una intención política, o para ser más precisos una política cultural. Por lo general las distintas autoridades utilizaron este formato para darse a conocer o para dejar huellas sobre la actividad cultural. Siempre también hay un buen deseo: acercar más público al teatro, que conllevaría a crear el hábito de ver teatro. Esto explica primero la multiplicación de Festivales en Córdoba, ya que desde el año 2002 también se instauró la tradición de realizar en los años pares el "Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes" que va por su quinta edición. Más tarde llegó el "Festival Pensar con Humor". Unos y otros han creado la costumbre en los espectadores a adquirir abonos, informarse sobre las distintas propuestas y seguir a sus artistas. Desde el 2000 Raúl Sansica fue el Coordinador General de Festivales, asumiendo en el 2004 la Dirección del de Niños y al año siguiente el del Mercosur.

Este camino iniciado por Córdoba evidentemente tuvo continuadores, no sólo en otras provincias, como Santa Fe y Formosa, sino también en ciudades ya no capitalinas. Si se analizan las cifras, los fríos números que entregan las boleterías los espectadores han apoyado notablemente estos emprendimientos, tantos los que tiene sello oficial, como los que se mantiene con el esfuerzo de los independientes. El fervor que demuestra el público también llega acompañado por una preocupación hacia los integrantes del teatro, porque por lo general estos Festivales suman cursos de especialización, talleres y conferencias que permiten a los actores, directores o dramaturgos de cada lugar conectarse con nuevas técnicas y acercarse a grandes maestros. El periodismo, más o menos especializado, les ha dedicado muy buena cantidad de espacio, ya que son verdaderos acontecimientos culturales y comunitarios para cada una de estas sociedades, desde las capitales hasta las ciudades más pequeñas.

Como se pudo demostrar cada uno de estos emprendimientos fue ideado y gestado por gente de teatro, hay alguna excepción que confirmaría esta regla. Los mejores ejemplos fue Carlos Giménez, quien imaginó el de Córdoba, como los más actuales, Sansica continuando y creando nuevos festivales o Aldo El-Jatib y Marcelo Allasino que hicieron otro tanto desde Rosario y Rafaela, en su provincia de Santa Fe. Directores que diseñan con sus grupos teatrales una actividad que los excede, que suma a muchas otras estéticas y que también los consolida como auténticos referentes teatrales.

En varios casos de lo particular e independiente se consigue involucrar al estado provincial, a trasformar al teatro en una cuestión importante. Esta evolución va sumada a las propuestas escénicas, el mejor ejemplo vuelve a ser Rafaela una localidad tal vez rígida estéticamente pero que mediante los impulsos creadores y rupturistas de Allasino acepta y sigue con respeto cada una de las presentaciones que antes tal vez podrían haber cuestionado. Estos creadores ya no son sólo artísticos sino también organizativos consiguieron ampliar el panorama estético de su propia sociedad, logrando el crecimiento de la sensibilidad de su gente.


Citas
[1] Fernández de Rodríguez, Ana María e Iriart, Viviana Marcela. En: "Revista Intermedio", Caracas, Venezuela, mayo 1984.
[2] (escritorasunidas.blogspot.com/.../carlos-gimenez-el-genio-d)
[3] Información entregada a la prensa.



 Ana Seoana 
IUNA/UBA
 Revista Territorio Teatral 
Argentina, Buenos Aires diciembre 2001


Fuente: Territorio Teatral


Nota: Los links y textos en negrita son un agregado de este blog.






Carlos Giménez y la creación de la Fundación Artistas por la Vida, por Juan José Bartolomeo, Caracas, 19 de julio de 2023

 





En 1992 muy poco se sabía aún respecto al VIH, llamado por todos Sida, cuando en abril se produce la impactante e inesperada muerte de un joven y muy querido actor de teatro, formado en Rajatabla, Jorge Luis Morales, quien, grabando escenas de la telenovela El Desprecio de RCTV, recibió un balde de agua fría por exigencias del libreto lo que le ocasionó una neumonía.

Fue llevado al hospital y tratado inadecuadamente por el personal de salud y administrativo de una reconocida clínica privada de Caracas, al ser detectado positivo VIH, a pesar de lo famoso que era. Pocos días después murió y, debido a su fama, su muerte tuvo una gran repercusión en todos los medios de comunicación social de todo el país, no siempre en forma positiva.








Carlos Giménez, que había sido su mentor y lo había dirigido muchas veces en Rajatabla, muy impactado por su muerte y por la forma en que había sido tratado en el hospital simplemente por tener sida, nos convoca con urgencia a la directiva de la Casa del Artista para proponernos la que es, para mí, su obra más maravillosa: la creación de una Fundación de Asistencia  Humanitaria a las personas con Sida, una fundación de ayuda no sólo para las personas del gremio artístico que tuvieran VIH sino para cualquier persona que padeciera la enfermedad,  y para sus familiares.

Carlos propone acompañar a las personas enfermas de SIDA con asistencia psicológica, médica y ofreciendo los medicamentos que existían para paliar la enfermedad a menor costo (la enfermedad  no tenía cura y los remedios, importados, eran carísimos) o gratis según la situación económica de la persona enferma.

Se aprobó de inmediato.

En apenas unos días Carlos movilizó a gran cantidad de actores y actrices que se reunieron en la Casa del Artista y acordaron ser parte de la Fundación Artistas por la Vida.

Carlos, con la humildad que lo caracterizaba, sugirió a Orlando Urdaneta para presidente, Conchita Obach para gerente y como directivos a Mimí Lazo, Eva Ivanyi, Dr. Luis Parada, Dilia Waikarán, Tania Sarabia, Elias Pérez Borjas y Mirtha Pérez. Como Coordinador General me elige a mí, quien en ese entonces era director de la Casa del Artista. Todos aceptaron.

A la Fundación se le asignó oficinas en el piso 3 de la Casa del Artista y se le dotó con todo lo necesario para que empezara a funcionar.

Fue con ese entusiasmo y empuje de Carlos Giménez que nació la Fundación Artistas por la Vida, que durante muchísimos años le dio no sólo medicinas sino amor, dignidad y esperanza a las personas que tenían Sida que acudían a nuestras oficinas buscando ayuda.

La Fundación fue creciendo y se crearon talleres y foros; folletos con información sobre la enfermedad fueron llevados a liceos y universidades; se reparten preservativos a las salidas de las estaciones del metro, teatros y cines, porque en aquellos años se creía que la enfermedad sólo le daba a los hombres homosexuales y a las personas que se inyectaban drogas.

Gracias a la amistad que Carlos Giménez tenía con el presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, la Fundación logra firmar un convenio con el Ministerio de Sanidad para crear una Farmacia. La demanda de ayuda era abrumadora, estremecedora, inimaginable.






Con la llegada del inolvidable Jorge Borges, una de las manos derechas de Carlos, logramos la publicación de la revista A×V.  Conchita Obach sustituye a Orlando Urdaneta como presidente, Jorge es designado gerente y Gladys Aparicio (también del equipo de Carlos) coordina todo en oficina. 

La fuerza, carisma, esencia humanitaria de Carlos Giménez permitió arrancar, dar forma y fortalecer a tan noble causa. Su labor fue más allá de las tablas y le debemos mucho.

El 28 de marzo de 1993 Carlos Giménez murió de SIDA pero su gran, espectacular obra siguió brillando durante muchísimos años más. Treinta años después, ¡qué falta que nos hace Carlos!

 

© Juan José Bartolomeo

Ex Coordinador General de la Fundación Artistas por la Vida y ex Director General de la Casa del Artista.

Fuente fotos: Juan José Bartolomeo

 


Carlos Giménez por María Teresa Castillo: video




La maravillosa gerente y promotora cultural venezolana María Teresa Castillo recuerda a Carlos Giménez, con quien creó en 1973 el "Festival Internacional de Teatro de Caracas" (FITC) y con el que recorrió el mundo entero junto al grupo Rajatabla, en dos entrevistas televisivas, una de ellas realizada por Sofía Imber en 1996, tres años después de la muerte de Carlos Giménez.





Carlos Giménez eterno en su gloria, por Carmen Carmona, Miami, 23 de octubre de 2023




Estoy impactada.

 Estoy leyendo el libro  ¡Bravo Carlos Giménez! y quedo con ganas de leer más, más y más.  Qué grato es conocer de tanta gente que estuvo y convivió con Carlos, que lo amó. 

Además, es tan pura la redacción, tan limpia, tan acorde,  tan entendible:   Vivi,  tienes una pluma fascinante que te atrapa, es impresionante.  Es como estar en un barco con unas velas batiendo al aire y al mar,  y  mientras voy navegando escucho las voces de cada una de estas personas.  Leyendo el escrito de Juan Pages,  que comenta que en sus últimos momentos de la enfermedad de Carlos lo llamaba y conversaba con él, recordé que en una oportunidad,  estando  Carlos aún en Parque Central, su hermana Anita le pasó mi llamada.  Él  se emocionó mucho al escucharme  y yo le dije: tú vas a ver que vas a regresar como el Ave Fénix y él me preguntó: "¿tú crees Carmen que de verdad voy a regresar como el Ave Fénix?"

Él estaba muy emocionado,  se reía con mucha emoción y le respondí: con el barco  y las velas a vapor ondeando la bandera de la libertad. Carlos, visiblemente conmovido, me dio las gracias. 

Y Carlos ha regresado con este libro. Un libro empapado de amor y bellos momentos vividos que te deja capturada desde el magnífico prólogo de José Pulido. Es un libro que no tiene desperdicios y  voy a tratar de que este libro lo tengamos en papel para que esté dentro de las bibliotecas de teatro del mundo. Leer este libro es soñar con los ojos abiertos, volver a a nuestro pasado juvenil, y mientras vas leyendo se va encendiendo un fuego y cada sílaba que se deletrea es una chispa de magia cuya duración es la vida misma. 

Y qué belleza de imagen, que gran artista José Augusto  Paradisi Rangel, muy sublime, pudiste plasmar en sus ojos ese dejo de cierta tristeza que se veía en él.

Aplausos de pie para el gran equipo que hizo posible esta segunda edición; gracias a  José Pulido  por ese bello prólogo, a Paradisi Rangel  por su impactante obra y a la incansable y tenaz Viviana Marcela Iriart, entrevistadora y editora de este libro.

Y gracias a todos los que participamos con sus líneas llenas de mucho amor y gran agradecimiento por ser un ser fuera de serie: Carlos,  llegaste para quedarte y te fuiste para seguir ahí,  entre nosotros, ¡bravo maestro!



 Carmen Carmona


 Venezolana radicada en Estados Unidos.

Gerente cultural, productora teatral, coordinadora de arte en televisión y profesora de teatro. Actualmente trabaja en Telemundo como Coordinadora de Arte y  es Productora General de Escritoras Unidas & Cía. Editoras.

Ex Presidenta del Instituto de Cultura de Estado Miranda, Venezuela (gobernación de Enrique Mendoza) y ex Directora de Cultura de la Alcaldía de Chacao, Venezuela (mandato alcaldesa Irene Saenz).

Productora de Eventos Especiales del Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC), 1992, dirigido por Carlos Giménez: creadora del “Festivalito” (teatro infantil). Productora Artística del FITC en diferentes ediciones.

Promotora de Cultura del Consejo Nacional de la Cultura (CONAC), Caracas.

Productora Artística del Ateneo de Caracas, presidenta María Teresa Castillo..

Profesora de Teatro en el Instituto Universitario de la Marina Mercante  y en la

Escuela de Sub-Oficiales de la Armada de Venezuela.

Productora General o Artística de más de 100 obras de teatro en Caracas y Miami dirigidas, entre otros, por Carlos Giménez, Ibrahim Guerra, José Ignacio Cabrujas, Raúl Brambilla, David Chacón, José Domínguez.

En televisión ha trabajado como Coordinadora de Arte en series y telenovelas en Venevisión Internacional y actualmente en Telemundo, ambas en Miami.

Estudió Producción teatral en el Centro de Nuevas Tendencias Escénicas Madrid, España y  teatro en la Escuela Gonzalo J Camacho de Caracas, mención actriz.





El adiós y el dolor por la partida de Carlos Giménez: 3 días de duelo nacional; testimonios / fragmento de la biografía "Carlos Giménez el genio irreverente" de Viviana Marcela Iriart (2023), Ed. Escritoras Unidas & Cía. Editoras

 



El presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, consolando a Carmen Gallardo, madre
de Carlos. 


El 28 de marzo de 1993 Carlos Giménez muere en Caracas.

El presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, decreta tres días de duelo nacional.

El Concejo del Municipio Libertador (Caracas) decreta tres días de duelo, un minuto de silencio el 1 de abril y un Homenaje al día 15 de abril.

El 2 de abril de 1993 la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar ofreció el concierto In Memoriam Carlos Giménez, dirigido por el maestro Simón Blech, con Maurice Hasson (violín) y Mariano Krauz (oboe), en el Teatro Teresa Carreño.

El sábado 3 y el domingo 4 de abril de 1993 el Centro Cultural Consolidado organizó el acto In Memoriam, Carlos Giménez, presentando la versión en video del último montaje que realizó Carlos: La Noche de los Tiempos.

El domingo 4 de abril Venezolana de Televisión presentó un Homenaje a Carlos Giménez, transmitiendo la película La Fragata del Sol, dirigida por Carlos en los Médanos de Coro.

El 27 de abril de 1993 la Asociación Argentina de Actores, delegación Córdoba, organizó   un Homenaje a Carlos Giménez en el Teatro del Libertador, con la participación de 5 grupos de teatro independientes y la Comedia Cordobesa.

El 28 de marzo de 1994 se realiza el acto In Memoriam Carlos Giménez en la Sala Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas con la participación de: Consejo Nacional de la Cultura, Teatro Teresa Carreño, Sociedad Amigos del Teatro Teresa Carreño,  Fundación Cultural Chacao,  Alcaldía de Chacao,  Schola Cantorum de Caracas, Instituto Universitario de Caracas, Centro Venezolano del ITI-UNESCO, Centro Cultural Consolidado, Danzahoy,  Fundación Orquesta Nacional Juvenil, Ateneo de Caracas, Fundateneofestival, Federación de Ateneos, Contemporánea Producción Artística, Fundación Casa del Artista, Fundación Artistas por la Vida, Rajatabla Danza,  Assitej,  Fundación Rajatabla, Teatro Nacional Juvenil de Venezuela, Centro de Directores para el Nuevo Teatro, Compañía Nacional de Teatro, Monte Ávila Editores, Coro Universidad Simón Bolívar, Grupo Theja, Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, Teatro Nacional de Repertorio,  Taller Nacional de Teatro.

El 28 de marzo de 1994 la Alcaldía de Chacao, Venezuela, le rinde Homenaje.

El 8 de abril de 1994 la sala mayor del Teatro Real de Córdoba, Argentina, fue bautizada con el nombre de Carlos Giménez.

El 9 de abril de 1995 se inaugura la exposición Carlos, director, creador y amigo, organizada por la Asociación Internacional de Teatro para la Infancia y la Juventud (Assitej) (creada por Carlos)  en la sala Los Espacios Cálidos del Ateneo de Caracas, en el marco del Festival Internacional de Teatro de Caracas, auspiciada por el Consejo Nacional de la Cultura, Ateneo de Caracas, Fundateneofestival,  Fundación Rajatabla, Teatro Nacional Juvenil de Venezuela,  Biblioteca Nacional y el Instituto Universitario de Teatro.

 

José Antonio Rial: "Ahora, como allí dije, ya que el domingo 9 comprobamos que el país, o cierto país, sí tiene memoria y que esta se conmueve y reclama, debemos crear con todo lo que se ha reunido para evocar a Carlos, una Fundación, algo que al librar los objetos de la dispersión y el olvido, salve un capítulo del teatro venezolano del Siglo XX. Ya hemos descubierto la carga anímica de esos materiales, ¡no los dejemos destruir, perder, disgregarse!" El Nacional, 16 de abril de 1995.

 

 








Ateneo de Caracas,  El Nacional, Caracas, 29 de marzo de 1993.

“Venezolano de Venezolanos

De esos que mantienen vivo

el orgullo hasta en el momento de morir.

 

De los que entregan todo su esfuerzo

asumen todos los riesgos

y no ceden en su capacidad de combate

para mantener viva la dignidad y la Creación.

 

Carlos nos deja una de las herencias culturales

más importantes del Siglo XX

y la significativa realidad de haber colocado,

por primera vez, al teatro venezolano

en los grandes escenarios del Mundo.”

 

 

Jack Lange, ex Ministro de Cultura de Francia: “Con profunda tristeza me he enterado del fallecimiento del gran creador que fue Carlos Giménez. Compañero en el Festival de Nancy, Carlos Giménez ocupará siempre en nuestros recuerdos el lugar del amigo y del artista que era en aquel entonces, antes de seguir su brillante carrera como director del Grupo Rajatabla y del Festival de Caracas, los cuales constituyen unas vitrinas muy importantes del teatro internacional y latinoamericano. 

Le ruego, Señor Ministro, transmitir a la familia y a los amigos y colaboradores de Carlos Giménez la expresión de mi más sentido pésame. Jack Lang." El Universal, Caracas, 2 de abril de 1993

 




Con una ovación dijeron adiós a Carlos Giménez, El Nacional, 30 de marzo de 1993: “El mundo cultural venezolano, latinoamericano y los centros teatrales más importantes de Europa y hasta de Australia, han manifestado su profundo sentimiento de pérdida ante la desaparición física del director y promotor del teatro venezolano, de origen argentino, Carlos Giménez quien -como fue su deseo- fue sepultado ayer en Caracas.

El momento más emocionante se vivió a la salida de la funeraria, cuando el féretro de Carlos Giménez, cubierto de flores y protegido por la bandera nacional de Venezuela, fue despedido con una larga ovación, bravos y saludos para el hombre que cambió nuestra historia teatral e influyó en el crecimiento de todo nuestro medio artístico.”



Una ovación para despedir a Carlos GiménezEl Diario de Caracas, 30 de marzo de 1993: "Los aplausos con los que los dolidos amigos del director, derrumbado por la muerte, saludaron su existencia detenida para siempre, anuncian ya su regreso al corazón del teatro venezolano. Y ninguna muerte podrá alejarlo de nosotros."




Paulina Gamus Gallegos, ex ministra de Estado para la Cultura: “No es nada original lo que voy a decir: Carlos Giménez dejó un vacío que nadie logró llenar. Se dice que nadie es imprescindible y puede ser cierto. Pero hay seres insustituibles y ese fue el caso de Carlos Giménez en cuanto al movimiento teatral venezolano.”

José Antonio Abreu, ministro de Estado para la Cultura: “La significación de Carlos Giménez en el teatro y la cultura venezolana no puede medirse exclusivamente por su gran labor como director teatral y creador artístico.

Él abrió un nuevo rumbo transformador y revolucionario en el teatro, reinsertó a Venezuela dentro del marco de la escena latinoamericana y sobre todo formó una nueva generación de artistas (…)” Fragmento. El Diario de Caracas, 29 de marzo de 1993

 

Carmen Ramia, directora del Ateneo de Caracas: “Él deja un vacío muy grande porque él fue un promotor exitoso en varias áreas. Carlos fue creador y gerente. Fue una persona que no paró de soñar proyectos y además los logró. Por ello deja múltiples vacíos. 

Estoy segura de que aparecerán personas en los distintos terrenos que él cultivó. 

Pero nunca una sola persona que cultive exitosamente todos esos terrenos. Hasta sus enemigos, los he oído, están de acuerdo en eso.

Y deja un vacío tan tremendo que todavía no estamos en capacidad de medir.”  El Diario de Caracas, 29 de marzo de 1993.

 

Pilar Romero, director del Instituto Universitario de Caracas: "Es el gran ausente de la escena venezolana.  Ganó la batalla para que Rajatabla fuera la primera agrupación subsidiada por el Estado.  Dignificaba la creación y la profesión artística. (…)  Su sueño era el teatro como gran refuerzo del proceso educativo del ser humano. Era un ser humano excepcional."  El Nacional, 30 de marzo de 2013.

 

Norma Aleandro: “Es imposible no sentir la ausencia de un ser semejante, que ha dejado una huella imborrable en la cultura de un país y del mundo."

 

José Pulido: “La pérdida de un pedazo muy real de mi juventud. Fue como un hermano de mi espíritu. (Para la cultura venezolana) La ausencia de una fuerza libre que emergía del conocimiento, la desaparición de una conciencia creadora.

Estaba muy enfermo y al parecer perdía la memoria de vez en cuando. Eso es lo que me decían. Pero sin embargo, un día sonó mi teléfono y era él. Me dijo “te llamo porque me estoy despidiendo de los amigos”. Así, de golpe. No sabía qué decirle. Era tan valiente, tan noble. Lamenté no haber estado más cerca cuando murió. La verdad es que su amistad fue una de las que más me enseñó. Era muy culto. Me encantaba hablar de poesía con él."

 

Ángel Acosta: “Para mí la muerte de Carlos fue algo realmente espantoso, increíble. Yo estaba haciendo en ese momento una novela con Lupita Ferrer, Rosangélica, en el Canal 4 y por suerte tenía un director maravilloso, Carlos Andrade, que me daba la posibilidad de salir al mediodía, porque el canal estaba cerca de donde Carlos vivía y a él le encantaba mi comida (…) Y yo iba, le cocinaba, almorzábamos juntos (…)

Y lo acompañé hasta el final, hasta el final estuve cerca de Carlos. Y la muerte de él para mí fue realmente… un vacío en mi vida muy muy grande, aunque en ese momento no éramos pareja ya, pero yo fui amigo entrañable de Carlos hasta el final. Carlos fue un ser extraordinario, el cual me dejó una gran herencia a nivel de sabiduría y de teatro y de aprendizaje, de verdad que sí.

(Para la cultura venezolana) Una gran pérdida. Yo creo que, hasta el día de hoy, pocas personas han hecho lo que Carlos hizo por la cultura venezolana, a nivel del festival internacional, de creación de instituciones, de montajes.  Carlos fue muy innovador, muy loco y muy particular en todos sus trabajos.  Para mí Carlos fue único, de verdad.”


Ángel Ancona: “Cuando Carlos enferma el desconcierto era tremendo, y tratábamos de buscar las soluciones posibles para él y para los demás amigos. Había un médico mexicano que al parecer había descubierto un medicamento que detenía el VIH, por cierto de ese médico no se supo más, y yo llegué a traficar el medicamenté entre México y Caracas, y también lo hacíamos en complicidad con algunos aeromozos de la entonces línea aérea AVENSA, ¡tremendo!

Al fallecer Carlos, vino una profunda depresión. De hecho, yo no he vuelto a entrar a Rajatabla en los viajes que hecho en tantos años; hasta me tocó ir a finales de los 90 a un Festival, nos presentamos en la Sala Rajatabla y no me atreví a subir.

Yo, francamente, creí que nunca más iba a poder dialogar estéticamente con un director como lo había hecho con Carlos (…).  Fue tan grande la experiencia con Carlos que, después de eso, nada me era satisfactorio; finalmente se trabaja y se encuentran otras estéticas y se reinventa, pero fue en su momento terrible y angustioso.

Sin duda, Carlos le dio a Venezuela y a toda Iberoamérica una visión del Teatro Contemporáneo que no tenía, creando verdaderos modelos de producción y corriendo riesgos estéticos a nivel internacional que pocos tienen la oportunidad de hacer.

Carlos dio a conocer a Venezuela en el mundo y Venezuela le brindó la oportunidad, en su momento, de crecer y crear libremente, sobre todo y ante todo eso, crear libremente, la palabra libertad y el valor de crear y creer en la libertad y lo que eso significa, entregando con la mayor generosidad la escena a un pueblo, no solo venezolano, sino iberoamericano.

Tan es así que a la fecha, amigos en común como Ramiro Osorio, Giorgio Ursini, nos encontramos en algún festival y seguimos diciendo, “cómo lo extrañamos” o “qué falta hace”.


Rubén Monasterios: Una pena muy honda (…)  La quiebra de uno sus pilares (de la cultura venezolana).”


 Leonardo Azparren Giménez: "La muerte de Carlos Giménez significó para el teatro la pérdida de su dirigente más importante y más temido, incluso por las instancias gubernamentales. Porque más allá de su labor como director, que fue sumamente importante porque nadie pudo ser y nadie podrá ser indiferente a sus criterios sobre la puesta en escena y sobre la forma como él construía sus espectáculos, supo ser un gran dirigente con una marcada influencia social. De tal manera que el teatro venezolano no ha vuelto a tener una persona como él. Yo, que lo critiqué duro y que la gente en el mundo del teatro sabía que no había una sintonía buena entre nosotros dos, reconozco que su ausencia es una de las peores cosas que le ha ocurrido al teatro venezolano. (…)

La muerte de Carlos Giménez en 1993 y la desaparición en 1988 de El Nuevo Grupo (…) son dos heridas mortales de las que el teatro venezolano no se ha recuperado. (…)

Su muerte es todavía una herida inmensa de la que el teatro venezolano no se ha recuperado. Algunas veces me lo imagino dialogando y bregando con el régimen actual; seguramente habría logrado sus objetivos como siempre.

La cultura y el teatro venezolanos perdieron brillo y lucimiento internacionales.”


Rolando Peña: “Para mí la  muerte de Carlos Giménez fue muy lamentable, sumamente lamentable o sea, se murió muy joven y se murió un hombre que era muy positivo, muy importante y  que realmente revolucionó, en el buen sentido de la palabra, porque la palabra revolución también está muy machucada y desgraciadamente muy tergiversada, pero él sí  revolucionó el teatro en América Latina, con su estética,  su  manera de sentir el teatro,  la manera de comunicarse a través de ese arte maravilloso que es el teatro.   Yo sí pienso que fue, y para mí sigue siendo, una muerte muy lamentable. 

La muerte de Carlos significó mucho para la cultura en Venezuela, porque Carlos fue fundamental, fue pivotal, para la cultura venezolana, sobre todo en el teatro, sin ninguna duda. Y, sí creo también que Carlos Giménez hace mucha falta en el espectro de la cultura en el mundo, definitivamente.”


Rodolfo Molina: “Un rudo y fuerte golpe personal. Me dolió mucho su desaparición. (…)

Han pasado muchos años de su partida y no ha surgido, aún, una sola figura de tan alta estatura como la de Carlos Giménez en nuestro teatro.

Tremenda su ausencia. Nuestro teatro alternativo empezó a desquebrajarse severamente, al punto que se liquidó toda iniciativa de los teatros independientes y se desmembró el incipiente movimiento de la Asamblea Venezolana de Teatros Independientes. Doloroso. A nuestro teatro se lo tragó la oscuridad.”


Marcelo Pont: “La extinción de una edad de oro. Es imposible reemplazar el brillo de algunas personas, será la suma de talentos y esfuerzos lo que genere un nuevo hito. De ellos dependerá si asumen el riesgo y la responsabilidad. (En Córdoba) Con su habitual digestión lenta, pasó más de una década para que se lo considerara y recordara. Actualmente la sala principal del Teatro Real (una especie de Teatro Nacional), sede de la Comedia Cordobesa, lleva el nombre de Sala Carlos Giménez.

Poco antes de enfermarse me confesó que estaba a punto de dar un gran giro en su carrera, tenía invitaciones de dos de los principales teatros de Europa. Además comenzaba a soñar con el cine y me invitaba a acompañarlo creativamente en esos nuevos caminos, su duda era cómo compatibilizarlo con sus funciones y sobre todo con Rajatabla porque no podía ausentarse tanto tiempo. No tuvo tiempo de resolver su último dilema.”


Esther Dita Kohn de Cohen: “Yo planté 18 árboles en Israel a nombre de Carlos, porque 18 en hebreo significa vida, Jai, y yo quería por lo menos sentirme bien y que hubiera por lo menos 18 árboles con el nombre de Carlos, porque yo lo quería muchísimo. Él estaba muy mal, habló mucho conmigo (cuando Carlos estaba internado y fue a visitarlo) y… fue terrible… fue fuerte.

¡Y para la cultura venezolana ni se diga! Claro que significó fuertemente una pérdida demasiado grande para Venezuela, Venezuela quedó como viuda de teatro. Terrible.” 


David Blanco: La muerte me sorprendió, nunca pensé que un hombre con esa naturaleza de conocimientos insospechables Dios se lo iba a llevar tan pronto. Pasado el tiempo asimilé que era mejor practicar lo que él profesaba, pensar en que la vida no se terminaba con su ausencia y en nombre de su enseñanza he desarrollado todo mi trabajo hasta el día de hoy y con grandes logros (…) Soy un agradecido de Dios y del ser humano que el señor puso en mi camino: CARLOS GIMÉNEZ.

Para la cultura venezolana fue la muerte del hombre que dividió la historia cultural del país en dos: antes y después de Carlos Giménez. Y ahora se dice ¿cómo sería la cultura en estos tiempos si viviera Carlos Giménez?"


Francisco Alfaro: “El otro ausente de una manera temporal, en su casa librando una batalla feroz contra la muerte, nuestro líder y hombre integral de nuestra cultura, nuestro compañero y mejor amigo, Carlos Giménez.

Y aunque como dice el propio Carlos, que nadie es insustituible en el teatro, me permito afirmar y contradecirlo, pues yo sí creo que existen hombres irremplazables, por su genio, por su manera de enfrentar y de creer en las cosas que se hacen.

Pensar en una partida definitiva de Carlos nos enfrentaría con la dolorosa y terrible realidad, en la cual no sólo perdería Rajatabla y el teatro venezolano, sino también el teatro mundial". El Nacional, 2 de marzo de 1993


Francis Rueda: “Una pérdida irreparable para nuestro teatro, un dolor a nivel personal muy grande (…) Aunque hay gente que por soberbia no reconoce su trabajo, fue un bajón enorme para nuestro mundo cultural. Era inquieto, abrió fuentes de trabajo con una generosidad fuera de serie. Fue muy inteligente a la hora de ejecutar proyectos.”


Marta Candia: “¡Fue una pérdida muy importante! Carlos llegó y sacudió el ritmo teatral caraqueño…obligando a hacer del teatro una fiesta… sacarlo a la calle… que todos se sintieran partícipes, pues en ese pequeño edificio de Rajatabla se fabricaba el pan…”


Carmen Carmona :“Un antes y un después (…) y desde su muerte tengo un luto teatral. (…) Una catástrofe. Yo pienso a veces que, si Carlos estuviera vivo, ya estaría muerto o encarcelado por este nefasto desgobierno.”

Aitor Gaviria: “Una pérdida que no se podrá llenar con nada ni con nadie. Sabíamos que estaba muy mal y ese día teníamos función (…) Estábamos en la Sala Anna Julia Rojas en el Ateneo y recuerdo que Germán Mendieta y yo nos fuimos a llorar juntos a las escaleras de caracol que están al fondo del escenario. Ese día hicimos función y se la dedicamos, pero fue muy difícil hacerla.  Muy difícil ante semejante pérdida.

La cultura venezolana perdió a unos de sus grandes promotores y creo que ese vacío se nota demasiado. Hay gente con muchas ganas de hacer cosas pero no ha llegado nadie con la genialidad y el carácter de Carlos Giménez. Perdió a uno de sus mejores artistas.”


Gabriela Llanos: “La muerte de Carlos fue el primer gran dolor de mi vida. La primera vez que me enfrentaba tan de cerca con la enfermedad, con el deterioro, con lo inevitable. Fue muy duro para todos… era terrible ver el sufrimiento de mi abuela, mi madre, mi tía…

La enfermedad de Carlos duró unos cuantos meses, meses en los que todos nos mudamos a su casa de Las Palmas. Charlábamos con él, veíamos la tele, le leíamos poesía, yo intentaba hacerlo reír. Recuerdo con especial tristeza cuando empezó a perder facultades, cuando se olvidaba de las palabras o le costaba contar hasta diez… cuando había que reírse de lo obvio con él, que había sido tan brillante.

Creo que para la cultura venezolana la muerte de Carlos representó la constatación de que sí hay gente imprescindible. Me pregunto qué han aportado durante estos 20 años todos aquellos que tanto lo criticaron…”


Mariel Jaime Maza: “…demasiado duro, todavía tengo un llanto estrangulado cada vez que me toca hablar de la partida de Carlos.

Sin embargo, ¿qué me transmitió la muerte de Carlos? Una gran firmeza interior, en el alma, y mentalmente le dije: yo voy a ser tu seguidora para siempre (…)

Carlos sigue vibrando con su forma temperamental, creativa, estética, cargada de rebeldía, irrespetuosidad ante lo mediocre y lo elemental, para poder desarrollar en su propia personalidad un temple más fuerte que el de los templarios; una forma estética, como el gran esteta que fue, inolvidable, que superó hasta las grandes esculturas y pinturas de muchísimos personajes conocidos en cada puesta en escena que ha hecho.

Entonces, ¿qué significó para mí la partida de Carlos? Todo lo que te acabo de decir. Que aún sigue vigente y que seguirá vigente para siempre, duela al que le duela, le cueste a quien le cueste. Pero en definitiva, a ese que duela que le duela o cueste que le cueste, también tiene en su haber la marca gimeniana.”


Cecilia Bellorín: “La verdad es que me sorprendió, sobre todo porque aún era tan joven. ¡Tenía tanto que dar! Y, además, yo ya estaba aquí en Cataluña. Mi papá, sabiendo lo que significaba para mí, me envió un recorte de prensa en el que destacaban su labor y su legado. Me dio mucha tristeza no poder estar allí, compartiendo con mis compañeros de Rajatabla, su despedida.

Dejó un vacío enorme…Su estilo, su manera de hacer, su “sello”, difícilmente encontrará un igual…Como diría mi abuelita: “¡Cuando hicieron a CARLOS…se rompió el molde!” Pero eso no significa que no venga, en el futuro, una legión de nuevos creadores que, de alguna manera, se inspiren en él y, con su ejemplo, encuentren su propio camino creativo en el quehacer teatral.”


Sonia M. Martin: “La muerte de un creador, de un verdadero creador del teatro. Un creador desafiante de la escena. Seré siempre su admiradora, no importa que ya no esté. Dejó una huella inolvidable. Carlos dejó una escuela, una estética y un estilo que no sé si alguien las valora lo suficiente en estos tiempos y las sigue tal cual él las planteó.”


Jorge Pinus: “Un dolor muy intenso. Sufrí mucho su muerte, algo que se veía venir, pues era muy promiscuo y lo agarró la etapa fatal del Sida. Por lo demás yo era amigo de toda la familia y era una amistad sellada por el trabajo. Y de casualidad, en esa época en que no había cable como ahora, yo enganché en mi TV a Venezuela y estaban hablando de la muerte de Carlos. Eso me marcó. (Para la cultura latinoamericanaUna más que significativa pérdida.”


Ángel Fernández Mateu: “Una pérdida inmensa, irreparable, insustituible, al menos hasta ahora. Carlos dejó pendientes sobre su mesa de trabajo dos proyectos inconmensurables: el primero era conformar la Comedia Latinoamericana, compuesta por actores de diferentes países (…) la producción general sería de Joseph Papp. El segundo proyecto trunco era realizar la versión teatral de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.”


E.A. Moreno Uribe: “Su hermana, Ana, llamó a mi apartamento para decir que Carlos Giménez pasaría a la bocina, pero…ya estaba afásico y por eso dijo, a pesar de todo, tras una dura lucha para coordinar pensamiento y palabra: gracias…tío. Nunca más hablamos ni nos volvimos a ver.” El Universal, Caracas, 19 de marzo de 2020


Aquiles Esté: “Sería mejor equivocarse, pero, a estas alturas, vale la sentencia: la separación de Giménez del teatro abre a la fuerza un compás de espera. Algo apenas comparable con la desaparición de Juana Sujo -otra argentina- a comienzos de los sesenta.

Él solo es el ocaso de un movimiento completo, de una referencia obligada, del teatro y de una manera de hacerlo.  Habrá que aguardar, entonces, a que se perfile una nueva tendencia.” Revista Exceso, marzo de 1993


Elizabeth Araujo: “Temido, odiado y aplaudido muchas veces hasta rabiar, este genio que salvó al teatro venezolano de la miseria cotidiana cierra sus ojos justo en la temporada cuando la ciudad debía abrir el telón del Festival (...)

Trabajador infatigable que se ocupaba del oficio con el fervor de que no había tiempo que perder. Carlos Giménez hizo del teatro un sentimiento de urgencia (...)  

Carlos Giménez fue, tal vez, uno de los pocos directores que asistieron a la celebración de su culto en vivo (...)

Ahora que no está sobre el escenario y se extinguen las luces del Festival Internacional de Teatro, vale la pena recordarlo en su justa dimensión de hombre presuroso y atormentado en pos del teatro que no se ha escrito.

En esa búsqueda militaba el amigo que cerró muy tempranamente su ciclo creativo".  Fragmento. “Carlos Giménez, urgencia de hacer teatro”, El Nacional, 30 de marzo de 1993


Tina Tarantini: “Durante una de las tantas ruedas de prensa del IX Festival Internacional de Teatro, Carlos Giménez lució distinto. La reunión de pronto terminó, pero Giménez pidió a los periodistas que permanecieran unos minutos más en sus asientos. Desde hace tiempo -afirmó- guardaba un anuncio importa, y esa mañana había decidido revelarlo.

Esa mañana, Giménez habló. Habló de muchas cosas, pero al final su voz volvió a ser extraña y queda, y él se decidió. "Posiblemente -dijo- ese sea mi último Festival de Teatro Internacional" y aquellas palabras sonaron a rareza en un hombre tan emprendedor como él, pero ya en el fondo presentía su final.” El Universal, Caracas, 4 de abril de 1993


Chefi Borzacchini: "Su figura de indiscutible luchador, su ingenio, su atrevimiento ante todo, y su talla de gran artista y artífice de eventos internacionales, no son huellas que se borren fácilmente..." El Nacional, Caracas, 28 de marzo de 1994


Moisés Pérez Coterillo: “Fue un cordobés universal, de quien debiera estar esta ciudad orgullosa.

Él unía dos facetas que son a menudo excluyentes, creador y organizador, las hacía compatibles a estas tareas con una aparente sencillez. Su labor, sobre todo en la creación del Festival de Caracas, o de nuevas compañías juveniles, fue ingente. Tuvo el poder y la gloria: los que le envidiaban lo primero, no reconocían su talento.

Carlos vivía lleno de intuiciones y se arriesgó a contar determinados contenidos con un lenguaje totalmente nuevo. Sin renegar de las grandes cuestiones como son la defensa de la libertad, el colonialismo [la denuncia], el agravio en el reparto de riquezas, lo decía de un modo diferente al que indicaba el catecismo de los mayores.

No fue nunca bien considerado por los ortodoxos porque se salía de la norma. Esa puesta era una obra de arte y ningún discurso explícito podría haber llegado más lejos. Fue un acto de fe en la libertad y en la vida [la puesta de Despertar de Primavera]. 

No voy a negar el derecho de sucesión que tiene el Rajatabla, pero creo que las circunstancias de la desaparición de Carlos y otros actores de la compañía hace que nada vuelva a ser igual.” Fragmento. La Voz del Interior, Córdoba, Argentina, 1993


Nadie llenará el vacío dejado por Carlos Giménez: “Promotor incansable del teatro y sus actividades, director irascible y exigente para sus actores, docente dedicado, hombre cuestionado por unos e idolatrado con delirio por otros, el país entero sintió y lloró su muerte.

Este domingo amaneció de luto y el gobierno por disposición del presidente Carlos Andrés Pérez, su amigo de otrora, decretó tres días de duelo nacional homenajeando así su obra.” Fragmento. Sin firma.  El Diario de Caracas, 29 de marzo de 1993


Ildemaro Torres: "Con Carlos Giménez nuestro teatro alcanzó alturas inimaginables en cuanto a proposiciones audaces, logros innovadores y merecido prestigio internacional; con él nuestro teatro, o más bien, El Teatro, llegó a tener para el país el significado de un gran hecho cultural, de una expresión concreta de la capacidad humana para crear, representar o reivindicar la realidad y emocionar..." Fragmento. “Carlos deslumbrante”, El Nacional, Caracas, 5 de abril de 1993.


Juan Carlos Núñez: "Carlos Giménez vino al sur; Austral por nacimiento y esencia angelical -un ángel terrible; sin embargo anidó y desplegó su vastísima evangelización en las terribles y duras tierras tropicales. Le costó años a Giménez enderezar la equivocación, mover su palanca Copernicana y provocar la rotación colosal de ese mundo que antes se mostraba tan lento, tan lerdo…" Fragmento. “Elegía sentida y Gimeniana por Ariel”, El Nacional, 30 de marzo de 1993. 


Mariveni Rodríguez: “No es como se dice que el teatro venezolano tiene un antes y un después de Carlos Giménez. También tiene un mientras.

En el teatro hay un tiempo y el lapso en el cual Carlos Giménez, fundador de la Fundación Rajatabla, organizador de los Festivales Internacionales de Teatro, creador de los Talleres Nacionales Juveniles y esencialmente creador, el teatro venezolano tuvo en su tiempo una acción, un ejercicio, una proyección, una geografía, una realidad.” Fragmento.  “La muerte en el amor”, El Globo, Caracas, 29 de marzo de 1993.


Rosa Rappa: "El espíritu indomable que hizo florecer la expresión de jugales y aedos, que sació la sed de noctámbulos e iracundos de los gestos, aquella visión de modernidad hipostasiada en festivales de renombre internacional, cocida con artistas y desde el "edificio rojo, bajo su ensoñación.  A pocas horas de culminado el Día Internacional del Teatro, Giménez presenció la última función de una cotidianidad preñada de sus huellas. (…)

Fue el señor del teatro.  Llenó de imágenes las calles de Caracas con un festival que llegó a ser referencia mundial.

Creó Rajatabla para, a su vez, inventar espacios que habitaran los fantasmas de las mentes dramatúrgicas y también para los habitantes de sus noches oníricas, instantes en los que trabajaba tanto como cuando lo hacía desde su oficina de aquel edificio rojo. Ese recinto es, desde hoy, una habitación donde vive sólo su espíritu." Fragmento. “Un día llegó juglaresco”, Economía Hoy, Caracas, 29 de marzo de 1993.

 

Carlos Molleja: "Creador de una nueva forma de hacer teatro en el país y representante venezolano de esta disciplina en el mundo, el director y fundador del grupo Rajatabla dejó de existir en Caracas a los 46 años, luego de una larga convalecencia, dejando truncada así, de golpe, una carrera de creador y promotor cultural que estaba por gestar sus mejores logros." Fragmento. “El eterno provocador se fue para siempre”, El Diario de Caracas, 29 de marzo de 1993

 

Hugo Colmenares: “Para Giménez el periodista era un profesional respetado. Junto a los artistas siempre iban los periodistas. Giménez era un defensor fanático de nuestro trabajo. Y a quienes hacíamos los despachos después de la premier, siempre nos dejaba solos para no influir en nada: "Que se diga siempre la verdad. Si triunfamos que se diga. Si pusimos la cagada y nos pitaron, que se diga" (...)

El director Carlos Giménez ahora busca otros escenarios, otros caminos, otros aplausos, otras derrotas, otras angustias, otras alegrías. Dios está en primera fila. Puede comenzar la función. La eternidad se hace pequeña. Las marquesinas no pueden dejar apagar sus destellos.” Fragmento. “Carlos Giménez siempre entre nosotros: Dios está en primera fila”, El Nacional, 29 de marzo de 1993

 

E.A. Moreno Uribe: “Él decía que sin su presencia y sin su trabajo el teatro venezolano no se detendría, que otros podrían hacer lo mismo, pero que ante su ausencia las cosas serían un poco más aburridas. Ahora el relevo teatral debe luchar para no detenerse y para que la alegría regrese...!!!

Carlos Giménez libró, desde diciembre de 1969 hasta marzo de 1993, una descomunal batalla para apuntalar el desarrollo definitivo del teatro venezolano. Por lo cual hacía teatro de gran calidad en los escenarios y además desde las páginas de los periódicos adelantó una singular campaña para hacer conocer sus pensamientos o criterios.

Como periodista nos correspondió recibir sus declaraciones, discutir algunas y elogiarle unas cuantas. Eso nos permitió, con el concurso del trabajo de otros colegas elaborar el libro Carlos Giménez Tiempo y Espacio, del cual hemos tomado algunos fragmentos para elaborar esta "última entrevista" con este personaje que a las 0.15 a.m. del domingo 28 de marzo ingresó definitivamente a la historia del teatro venezolano.” Se marchó el Rajatabla mayor, El Mundo, Caracas, 29 de marzo de 1993.

 

Ana María Hernández: “A lo largo de los 22 años que estuvo radicado en Venezuela, creó el grupo Rajatabla, el Festival Internacional de Teatro, asociaciones, inventó premios, renovó estilos, lanzó proyectos y enseñó a soñar a mucha gente".  Fragmento. El Nuevo País, Caracas, 29 de marzo de 1993.

 

The Daily Journal, Caracas, 30 de marzo de 1993.: Andrea Kovalski: "Durante su estadía de 22 años en Venezuela, creó asociaciones, inventó premios y lanzó proyectos (...) Cuando le preguntamos si era verdad que iba a trabajar con el Piccolo Teatro en Nueva York, dijo "es posible, pero es muy pronto para hablar de ello."

 

La Nación, Buenos Aires, marzo 1993, por Pablo Zunino: “Carlos Giménez fue un gran buscador de un teatro sin trabas. (…) Había sido el promotor del Festival Nacional de Teatro de Córdoba, en el 67, y en el 84 volvió para relanzarlo."

 

Clarín, Buenos Aires, 29 de marzo de 1993: “Carlos Giménez, figura del teatro latinoamericano.”

 

La Capital, Rosario, Argentina, 30 de marzo de 1993: “Carlos Giménez creó con riesgo y perseverancia.”

 

El País, Madrid, 30 de Marzo de 1993: “Muere en Caracas Carlos Giménez, fundador del Festival Internacional de Teatro de Caracas y de Rajatabla. El sida acaba con el gran gurú del teatro venezolano. (…)

‘Llorón, sentimentaloide, gritón, reflexivo, tremendo, tenaz como el diablo, injusto como Dios, artista, ególatra, bohemio, flechado por el amor y herido mortalmente por éste ...’. Con estas palabras caracteriza una crónica del periódico El Globo a Carlos Giménez, considerado como un auténtico gurú del teatro venezolano (…)

El público caraqueño disfrutaba o se irritaba con las escenificaciones de Giménez. Muchos en Venezuela no soportaban la prepotencia y arrogancia de Giménez, que atribuían a su condición de argentino. Pero su capacidad de trabajo y de creación le hacían imprescindible. 

Nacionalizado venezolano, el Gobierno ha decretado tres días de luto nacional por su muerte, que abre serios interrogantes sobre el futuro de Rajatabla. Hace menos de un año, en una conferencia de prensa, Carlos Giménez anunció que ese sería el último festival de teatro que dirigía. Ya conocía la enfermedad que el domingo terminó con su vida.”

 

El Tiempo, Bogotá, 11 de abril de 1993: “Murió en Caracas el gran creador teatral Carlos Giménez.”

 

 

                                                  Fuente: Latin American Theatre Review: Kansas University, Estados Unidos

 


©Viviana Marcela Iriart

Fragmento de la biografía Carlos Giménez el genio irreverente (2023)

Fuente de todas las fotos : Mariana Llanos- Carmen  Gallardo- Ana Lía Cassina.





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CARLOS GIMÉNEZ EL GENIO IRREVERENTE


Carlos Giménez en la web

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