"De manera característica, el Sr. Giménez crea un espectáculo
con
la amplitud y la grandeza cromática de una pintura de Gericault
y pone a
los personajes a dar vueltas alrededor de ella
en una danza fascinante, pero sin desdibujar
las complejas tramas de la obra."
LA LUJURIA, la codicia y el engaño pervierten la inocencia en la obra española del siglo XV de Fernando de Rojas usualmente llamada "La Celestina", y convierten el jardín donde dos adolescentes se encuentran y se enamoran, en lo que el padre de la niña llama "un laguna de limo llena de serpientes.''
En una adaptación pero con su título original - ''La Tragicomedia de Calisto y Melibea''- estrenada mundialmente por la Fundación Rajatabla de Venezuela en el Festival Latino en el Public Theater, el director Carlos Giménez entrega un drama de un erotismo tan ardiente que es difícil saber si el olor a fuego del auditorio proviene de los braseros del escenario o de los cuerpos de los actores.
De manera característica, el Sr. Giménez crea un espectáculo con la amplitud y la grandeza cromática de una pintura de Gericault y pone a los personajes a dar vueltas alrededor de ella en una danza fascinante, pero sin desdibujar las complejas tramas de la obra. (La clara traducción simultánea proporcionada ayuda mucho en ese sentido). Aquí, el voluptuoso lenguaje renacentista del texto original a menudo es trasladado a la acción; lo que en la obra de Rojas los personajes sólo describen o sueñan, aquí lo hacen realidad, como cuando los amantes hablan cada uno de la belleza del otro mientras un sirviente los baña y los acaricia. Incluso su manera de comer y de beber son emocionantemente sensuales.
Todo es inocente hasta que Celestina, la anciana que une a Calisto y Melibea, convierte su amor en una lujuria que atrae al Diablo del infierno sediento de carne y alma. Alexander Milic convierte a esta Celestina en una especie de nodriza de Julieta convertida en violadora, bruja y alcahueta, que corrompe a los jóvenes y enciende la codicia de los sirvientes de Calisto, en una furia asesina que los envuelve a todos en sangre. De una figura escandalosamente cómica en las primeras escenas, el Sr. Milic transforma a la mujer en una presencia malvada más amenazante que el grasiento demonio que se cierne detrás de ella.
La compañía Rajatabla, que se ha presentado los dos últimos años en el festival, parece más impresionante cada vez que regresa.
Sus miembros comparten no solo la disciplina de un excelente conjunto, sino también un espíritu completamente teatral y encantador. Inflamable.
LA TRAGICOMEDIA DE CALISTO Y MELIBEA, adaptada por Manuel Sabido y Margarita Villaseñor; basada en ''La Celestina'' de Fernando de Rojas; dirigida por Carlos Giménez; traducida por Melia Bensussen; escenografía y vestuario de Rafael Reyeros; iluminación de David Blanco; diseño sonoro de Eduardo Bolívar; producción artística de Armando Africano; productor ejecutivo de Rajatabla, Williams López; asistente de dirección, Robert Stoppello.
Presentado por Joseph Papp. En el Public Theater/LuEsther Hall, 425 Lafayette Street.
Celestina: Alexander Milic; Calisto: Javier Zapata; Melibea: Mariú Favaro; Sempronio: Aníbal Grunn; Parmeno: Jorge Luis Morales; Elicia: Ylia Popesku; Areusa: Ana Gato; Lucrecia: José Tejera; Sombras: Karl Hoffman, Elio Palencio y Luis Garban; Pleberio: Cosme Cortázar y Francisco Alfaro; Músicos: Militza Núñez y Sergio Petrocelli.
Fuente y traducción: The New York Times
Texto original