"El espíritu indomable que hizo florecer la expresión de jugales y aedos, que sació la sed de noctámbulos e iracundos de los gestos, aquella visión de modernidad hipostasiada en festivales de renombre internacional, cocida con artistas y desde el "edificio rojo, bajo su ensoñación. A pocas horas de culminado el Día Internacional del Teatro. Giménez presenció la última función de una cotidianidad preñada de sus huellas.
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Fue el señor del teatro. Llenó de imágenes las calles de Caracas con un festival que llegó a ser referencia mundial. Creó Rajatabla para, a su vez, inventar espacios que habitaran los fantasmas de las mentes dramatúrgicas y también para los habitantes de sus noches oníricas, instantes en los que trabajaba tanto como cuando lo hacía desde su oficina de aquel edificio rojo. Ese reciento es, desde hoy, una habitación donde vive sólo su espíritu...".
Fuente: Ana Lía Cassina, Mariana Llanos, Carmen Gallardo