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El Ateneo de Caracas rinde homenaje a Carlos Giménez, Artezblai, agosto 2008








Con motivo de la celebración del setenta y siete cumpleaños que cumpliría Carlos Giménez, el Ateneo de Caracas rendirá el martes día 5 de agosto a las 19 horas en la Sala Anna Julia Rojas un homenaje a su antiguo Director Artístico. Giménez ha sido de uno de los creadores más brillantes con los que contó el teatro venezolano en los últimos cincuenta años, recorriendo con su grupo Rajatabla los más importantes escenarios mundiales.

El homenajeado Carlos Gimenez ha dirigido piezas como “Tu pais está feliz”, “La Muerte de García Lorca”, “Bolívar”, “El Coronel no tiene quien le escriba” y “Oficina No.1”.

 Fagmentos de estas piezas serán revividos entre otros por sus intérpretes originales en un espectáculo integral que contará también con medios audiovisuales y elementos de archivo.
En este acto estarán presentes algunos de los actores y actrices más emblemáticxs de sus producciones teatrales como son Elba Escobar, Pilar Romero, Francis Rueda, Aura Rivas, Roberto Moll, Alfredo Sandoval, Gonzalo Velutinni, Erick Wildpret y Francisco Alfaro.

Este homenaje a Carlos Giménez y a su grupo Rajatabla estará dirigido por José Domínguez, tendrá lugar en la Sala Anna Julia Rojas, este próximo martes día 5 a las 19 h y la entrada es libre.



Fuente: Artezblai


Nota del blog:  Carlos Giménez nació el 13 de Abril de 1946  y no en agosto.

García Márquez sobre la puesta de Carlos Giménez de "El Coronel no tiene quien le escriba: “Absolutamente emocionante, conmovedora...No se oyó volar una mosca, no se oía respirar": video, México, agosto 1989




Absolutamente emocionante pero de veras. Yo no leo ninguno de mis libros después de que se publican, no los leo por miedo, por miedo de  que algo no me guste y quisiera cambiarlo  (…) El Coronel no tiene quien le escriba no es la excepción. Yo no la leo  desde que se publicó sin embargo  hoy la viví completamente otra vez como cuando la escribí. De veras no esperaba que fuera tan emocionante, tan conmovedora para mí y tengo la impresión de que para el público también porque me di cuenta de que todo el mundo quedó en suspenso desde la primera palabra hasta la última. No se oyó volar una mosca, no se oía respirar. Es emocionante realmente”. 
Gabriel García Márquez
Premio Nobel de Literatura
México, agosto 1989


 



Pepe Tejera y Aura Rivas


Fuente: Gabriel García Márquez / Globovisión 




OFICINA NÚMERO UNO, obra de Larry Herrera basada en la novela de Miguel Otero Silva, dirección Carlos Giménez, 1992


























Fuentes: 


MARTÍ, LA PALABRA, de José Martí, versión de Ethel Dahbar, dirección Carlos Giménez: créditos 1981








Fuente: Carlos Cassina 
Rajatabla 20 años, de Blanca Sánchez y David Rojas
Ed. Monte Avila -Presidencia de la República de Venezuela, 1991
Fotos Miguel Gracia








Carlos Giménez: VI Festival Internacional de Teatro de Caracas, abril-mayo 1983: créditos, reseñas, críticas Latin American Theatre Review, Nueva Sociedad













Reseña y crítica de Eduardo Márceles Daconte en "Latin American Theatre Review", San Diego State University, Estados Unidos, otoño 1983: aquí


Reseña y crítica de Orlando Rodríguez B, Nueva Sociedad, Caracas, junio 1983: aquí

Carlos Giménez iluminador: Enrique IV, Teatro Anna Julia Rojas, agosto 1984, Caracas






Carlos Giménez: "El Grupo", Revista Primera Fila, Caracas febrero 1985






















Carlos Giménez recordado en el Festival Internacional de Teatro de Córdoba 2014: “La itinerancia de los vínculos” artículo de Cecilia Hopkins, Buenos Aires, Página 12, 7 de octubre de 2014




FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO PARA NIÑOS Y JOVENES, EN CORDOBA



Durante cinco días, la capital cordobesa y veintiséis localidades provinciales ofrecieron funciones e intervenciones artísticas. Y hubo en pleno centro de Córdoba muestras contrastantes, debido a la amplitud etaria de los destinatarios del festival.

Desde Córdoba
“En octubre del ’84, Córdoba era una fiesta”, rememoraban los teatreros que el sábado se dieron cita en el foyer del Teatro Real para recordar los treinta años de la creación del I Festival Latinoamericano de Teatro, años después recuperado con el nombre de Festival del Mercosur. Entre otros estaban los actores del mítico Libre Teatro Libre, Graciela Ferrari y Roberto Videla, la directora Cheté Cavagliatto y el escenógrafo Rafael Reyeros. Las palabras que homenajearon la figura del director Carlos Giménez, fallecido en 1993, y las anécdotas que se contaron sobre aquellos días de teatro en democracia tuvieron lugar en la penúltima jornada de la VII Edición del Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes, encuentro que a partir de 2003 engrosó la lista de los festivales cordobeses.
A lo largo de cinco días, la capital y veintiséis localidades provinciales ofrecieron funciones e intervenciones artísticas. “Más de 6 mil kilómetros unidos por la itinerancia y el vínculo”, fue parte del balance. Durante el fin de semana hubo en pleno centro de Córdoba muestras contrastantes. Debido a la amplitud etaria de los destinatarios del festival, se dio el caso de que, mientras que por la tarde los cordobeses de Foco Ala Mano combinaron narración oral con títeres en su obra Quri Qala, el tesoro en la montaña, el grupo de Porto Alegre Tribo de Aguadores Oi Núis Aquí Trabéiz mostró en una calle céntrica un ritual escénico relativo a los años de la dictadura militar en Brasil. A lo largo de dos cuadras, varios personajes armados y vestidos de negro arrastraron en silencio el cuerpo de un hombre embozado. El enigmático desfile cobró sentido cuando un grupo de mujeres, luego de realizar una secuencia de acciones con las sillas que cada una llevaba, dio inicio a la letanía que conformaban los nombres de personas desaparecidas durante los 21 años que duró la dictadura en el país vecino.
Otro contraste fue el que aportó el grupo boliviano Teatro de los Andes. Dado que una de las ideas que vectorizó el festival fue la necesidad de profundizar los vínculos entre generaciones, Hamlet de los Andes, una versión del clásico de Shakespeare dirigida por Diego Aramburo, ofició de contracara de la propuesta, una cuestión que, en principio, resultaba interesante de por sí. “¡Termina de morirte de una vez!”, gritaba el protagonista al cuerpo inerte del rey, extendido sobre una gran mesa. La versión arrancó con la cruda escena del hijo fagocitando el cadáver del padre –“un cabrón lleno de defectos”– para luego enrostrarle sus viejas ideas y el tiempo transcurrido sin que ambos llegasen a comprenderse del todo. Fragmentaria, visualmente potente y por momentos surreal, la puesta no terminó de cautivar a un público compuesto de estudiantes secundarios. Tampoco ayudó la impericia para tratar con adolescentes que demostró la única actriz del conjunto, encargada de mantener a raya a la difícil platea.
En las últimas jornadas se presentaron dos grupos clásicos de la Ciudad de Buenos Aires: La Galera Encantada y Libertablas. Bajo la dirección de Héctor Presa, el primero presentó en Locas canciones una suerte de deconstrucción grupal de las letras de los temas más conocidos de María Elena Walsh en una historia cuyo trasfondo habló de la necesidad de darle rienda suelta a la libre asociación de ideas y de acrecentar la imaginación. Por su parte, en Cuentos de la selva, los siete actores titiriteros de Libertablas escenificaron cuentos de Horacio Quiroga adaptados por Luis Rivera López, los cuales por su ritmo y colorido mantuvieron el interés de la platea.
Uno de los últimos espectáculos fue el de los holandeses de De Stilte, La vaca voladora. Días antes, los mismos intérpretes y su directora, Gertien Begstra, visitaron un correccional, el Cecam, para ofrecer un taller interactivo a una decena de adolescentes en situación de judicialización. A partir de una secuencia de danza repetida en dos oportunidades, los bailarines fueron guiando la charla sobre las imágenes que las espectadoras captaron con mayor claridad, para luego realizar ellas mismas algunos juegos físicos. La vaca voladora, obra que mostraron en el Teatro San Martín, fue armada en base a una serie de situaciones de alianzas, competencias y rechazos protagonizados por tres personajes que pasaban de la perspectiva animal a la humana. Lo abstracto de la propuesta desconcertó en principio a los pequeños espectadores, quienes a viva voz pedían explicaciones a sus acompañantes adultos. Poco después, la vitalidad de lo que sucedía en escena terminó por calmar la necesidad de obtener certezas.

Cecilia Hopkins

Buenos Aires,

Página 12,  7 de octubre de 2014

 

Fuente: Página 12








Carlos Giménez: Un adiós más al director de las imágenes feroces / Ma Angelina Castillo Borgo, El Nacional, Caracas, 30 de marzo 2013




El director de origen argentino falleció de Sida a los 46 años de edad / Archivo El Nacional


Admirado y criticado, no pasó nunca inadvertido. Su carácter y el tratamiento que daba a la obra, a la luz en los montajes, hacían de su vida una eterna polémica. De origen argentino, hizo de Venezuela su sala teatral. Impulsor del Festival Internacional de Teatro de Caracas, el grupo Rajatabla, el Centro de Directores para el Nuevo Teatro y del Teatro Nacional Juvenil de Venezuela. El jueves se cumplieron dos décadas de su muerte. Para algunos es irremplazable

Leonardo Azparren Giménez
Crítico

"La muerte de Carlos Giménez significó para el teatro la pérdida de su dirigente más importante y más temido, incluso por las instancias gubernamentales. Porque más allá de su labor como director, que fue sumamente importante porque nadie pudo ser y nadie podrá ser indiferente a sus criterios sobre la puesta en escena y sobre la forma como él construía sus espectáculos, supo ser un gran dirigente con una marcada influencia social. De tal manera que el teatro venezolano no ha vuelto a tener una persona como él. Yo, que lo critiqué duro y que la gente en el mundo del teatro sabía que no había una sintonía buena entre nosotros dos, reconozco que su ausencia es una de las peores cosas que le ha ocurrido al teatro venezolano.

Carlos tuvo un gran sentido del espectáculo y lo fortaleció con el repertorio con el que trabajó. Él le dio un sello muy personal a su trabajo y lo diferencia bastante de otros directores. Carlos Giménez es el tipo de individualidad que no deja herederos. Entre otras cosas porque el talento no se transfiere. Él tiene un lugar importantísimo en la historia del nuevo teatro y es necesario que en algún momento se haga un estudio crítico serio de lo que fue su trabajo como director de teatro, que es distinto a como dirigente teatral. Como dirigente fue único. Lo que logró hacer en Rajatabla, en el contexto del Ateneo de Caracas, fue inigualable. Removió mucho al teatro venezolano de la época".


Francis Rueda
Actriz

"Para mí significó muchísimo, porque aparte de que éramos inseparables, esa grandeza de amigos en aspecto personal, en el profesional fue uno de los directores que marcó mi vida como actriz. Lo conocí cuando llegó, fui una de las fundadoras del grupo Rajatabla. Una anécdota que recuerdo es que cuando trabajaba en Profundo, de Cabrujas, que estaba por estrenarse, me dijeron que había un argentino que había llegado y quería formar un grupo. Cuando fui a conocerlo tenía casi mi edad. Me quedé sorprendida. Él fue un líder toda la vida. Fue un maestro y un amigo inigualable. Una pérdida irreparable para el teatro. Hace una falta enorme. Estaba por encima de muchas cosas, era un visionario. Me dolió muchísimo su partida, tenía muchos proyectos para el cine, él quería dedicarse al cine, cosa que hubiera sido maravillosa. Como amigo y como profesional significó mucho. Fueron muchos años, muchas vivencias, muchos viajes; la pasamos bien y mal, compartimos cosas buenas y malas. La verdad es que lo extraño y lo extrañaré hasta el fin de mi vida".


Gerardo Blanco
Director del Grupo Bagazos

"Carlos Giménez es un hito en el teatro venezolano como director, como puestista, como productor como hacedor de actores. Marcó un momento, dio impulso y encendió un proceso importante de surgimiento de grupos, y creó estilos, formas, lenguajes para decir cosas en el teatro. Se le debe muchísimo. Entre una de las acciones más importantes fue la creación del Festival Internacional de Teatro y su capacidad para dar cabida a todos los grupos que estaban iniciándose en el área. Ir a ver una puesta de Carlos era aprender, era un acontecimiento. Recuerdo cómo todos los teatreros nos preparábamos para ver lo que él iba a decir escénicamente. Siempre que iba a estrenar algo se producía un revuelo. Todo el mundo iba. A pesar de que mucha gente lo adversó, como a todos los genios, nadie se atrevería a no reconocer su importancia y su trascendencia. Recuerdo cuando me invitó a formar parte de una de las primeras ediciones del FITC. Él fue a ver un espectáculo mío y al día siguiente me dijo que quería que la obra estuviera en el festival. Él era esencialmente un puestista, lo importante era el actor".


Ugo Ulive
Dramaturgo y director
"Apenas había presentado Tu país está feliz, que se convirtió en un espectáculo emblemático y que fue repuesto varias veces, el público caraqueño se conmovió mucho. La genial idea de los festivales internacionales provenía de él originalmente, y supo rodearse de un grupo de colaboradores que hacían posible que esos eventos llegaran a altos niveles. Además, se planteó un repertorio muy fuerte e ilustrativo. Uno podía discrepar muchas veces con su forma de hacer teatro, sobre todo con ese acento que ponía en la imagen sin pararle mucho al texto. Pero esa característica era muy suya y todos lo comprendíamos así. Tuve una muy buena amistad con él. Él anunció que iba a montar Animales feroces y Rajatabla me llamó para que lo sustituyera en la dirección, parecía que él quería decirme algo con ese montaje. Pienso en qué habría pasado si Carlos estuviera vivo y creo que se hubiera metido en el proceso y lo hubiera agitado. Sentimos cuánta falta hace sobre todo ante la torpeza de la política cultural para el teatro. Si Carlos estuviera,  si Garcilaso viviera, yo sería su escudero".


Nathalia Martínez
Actriz y directora

"Tuve la oportunidad de trabajar con Carlos siendo una niña. Lo conozco desde pequeña porque mi familia trabajaba mucho con él, mi madre era vestuarista de sus montajes y mi abuela, Lily Álvarez Sierra, manejaba el Teatro Las Palmas donde Carlos presentó muchos espectáculos. Estando yo más grande me llamó para actuar en sus montajes. Encontré en él a un gran maestro y una persona que me enseñó a valorar esta profesión de una forma inmensa. Era una persona que te estimulaba mucho a estudiar, a mantenerte al tanto de lo que pasaba en el mundo. Era superexigente. 

Se enamoraba de la sensibilidad. Si algo agradecía era un actor trabajador. Le gustaba plantearte la puesta en escena y cuando veía que agarrabas rápido la idea te exigía más. Le encantaba que uno llegara al día siguiente al ensayo con una propuesta. Detestaba la indisciplina, la torpeza. Era muy capaz de insultar a un actor por llegar tarde o por no tener su parlamento bien aprendido. Era capaz de hacer que el teatro venezolano tocara otras fronteras. Me hizo tener pasión hacia lo que hago y eso siempre se lo agradeceré".


Pilar Romero
Junta directiva de Rajatabla

"Es el gran ausente de la escena venezolana. Ganó la batalla para que Rajatabla fuera la primera agrupación subsidiada por el Estado. Dignificaba la creación y la profesión artística. Tenía una gran creatividad, no solamente como director de teatro sino como cineasta, por la manera en que manejaba la luz, la concepción de las grandes escenografías. La imagen para él era muy importante. En la época de los festivales internacionales estaba en Caracas -sin muchos recursos- el mejor teatro del mundo. La movilización para adquirir las entradas era grande. La gente hasta llegaba a romper las puertas de los teatros. Era una fecha en la que la ciudad enloquecía y Carlos siempre con su voz de mando decía: "Puerta libre". Y uno no se daba abasto. La gente llevaba colchonetas para dormir en las adyacencias del Teresa Carreño para comprar los boletos. Era teatro de primer mundo sin tener que costearnos caros pasajes a tierras lejanas. Fueron banquetes artísticos. 

Como ser humano era un creativo prolífico. No paraba. No tenía horarios. Era el último en acostarse y el primero en levantarse. Tenía una generosidad que se perdía de vista, a pesar de su aparente carácter que te hacía temblar. Pero era más fama que realidad. Tenía un carácter explosivo que se producía frente a las injusticias y un humor muy ácido. Su sueño era el teatro como gran refuerzo del proceso educativo del hombre. Era un ser humano excepcional".


Javier Vidal
Actor y director

"Han pasado 20 años y la gente no recuerda que nosotros siempre fuimos una especie de enemigos estéticos. Siempre estuvimos encontrados estéticamente. Particularmente, yo no comulgaba con las cosas que él hacía. Una vez ausente, al hablar de él es inevitable no polemizar con las memorias. Rescato la creación del grupo Rajatabla, que haya sido el gran impulsador del Festival Internacional de Teatro de Caracas. Creo que también tenía esa facilidad para moverse en los estamentos del poder político, de haber institucionalizado de alguna manera la subvención a agrupaciones independientes.

Con su partida, el que más sufrió fue el grupo Rajatabla, porque haber creado una sola figura dictatorial de la compañía hizo que en su ausencia desapareciera la imagen de director. Él no hizo escuela, no preparó personas para continuar su labor. De ser un grupo de vanguardia pasó a ser uno que sufrió y sufre por sobrevivir. Y desde el punto de vista teatral creo que su ausencia no ha marcado nada. No está, simplemente eso".

Melissa Wolf
Actriz, ganadora del Premio Marco Antonio Ettedgui 2013

"Nunca tuve la oportunidad de ver sus espectáculos. Llegué a Caracas a los 17 años de edad y él ya había muerto. Pero es una referencia clave; recuerdo cuando fui a ver El coronel no tiene quien le escriba, el remontaje que hizo Rajatabla. Me pareció impresionante y lo hicieron respetando su puesta original. Visualmente era riquísimo, más allá de los actoral. Carlos creaba como unas atmósferas en las que todo el mundo estaba en escena y eran de una gran belleza. Esa pieza me marcó, me pareció increíble, era un homenaje que le habían hecho.

Carlos Giménez es una referencia de puesta en escena magnífica; algo que se ha perdido hoy en día por motivos presupuestarios y porque los teatros no te permiten tener escenografías asombrosas porque tienes que llevarte tus cosas en 10 o 15 minutos porque viene otra obra. Creo que él hubiera sufrido mucho trabajar en estas condiciones. Lo que tengo de referencia suya son las puestas en escena en las que todo el tiempo está sucediendo algo. Es grande el legado que ha dejado en actores de Rajatabla. En esa sala es como si su espíritu no se hubiera ido".

El Nacional, Caracas, 30 de marzo 2013

Fuente: El Nacional

Nota: Los textos en negrita no están en la nota original y son responsabilidad de este blog. 



Carlos Giménez: "Este privilegio que me permite volver a dirigir un Festival, no es otra cosa que una carta de amor, en la que nadie ha puesto el remitente", último discurso, IX Festival Internacional de Teatro de Caracas, 5 de abril de 1992



Porte Acero, María Teresa Castillo y Carlos Giménez, año 1972 tal vez.

 "Proyectos para abrir puertas, saltar ventanas, colgarse el horizonte en la solapa, y dar la vuelta cuando uno quiere, para que salga el día o se ponga la noche"













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