Juan Pagés y Ovidio Jiménez. Inauguración II FITC 1974 en el Teatro Cuyuní de Sidor, ciudad Guayana. Obra "Alicia" de Luis Britto García. Grupo "La Barraca" de J. Pagés |
©Rolando Peña-Karla Gómez |
“Si hay algo que debería preocuparnos es la fragilidad de
la memoria”, con estas palabras se expresaba el crítico teatral radicado en
Venezuela, Miguel Miguens sobre algunos aspectos de Ciudad Guayana, en particular sobre su
historia, que algunos pocos conocen y otros aún recuerdan.
Miguens, como persona vinculada a la cultura regional,
llegó a tener conocimiento de lo que aconteció en esta materia durante los años
en que fue fundada la ciudad. Más aún cuando los entes encargados de rescatar
el acervo cultural de la región aún no estaban conscientes de la necesidad de
poner en valor y difundir la riqueza en materia artística y cultural de nuestra
región.
En Guayana con el pasar del tiempo nos hemos dado cuenta
de que no existe memoria histórica, año tras año, se anuncia la realización del
1er Festival de Teatro, no importa si existieron ediciones anteriores, los
creadores se vanaglorian de ser los primeros. Ante este panorama, la pregunta
que vale la pena hacerse es la siguiente: ¿Es la primera vez que se realiza un
festival de teatro en Ciudad Guayana? Para responder esta pregunta revisemos un poco la historia.
En los primeros meses del año 1973 yo vivía en Caracas y era integrante
fundador del Grupo Rajatabla, cuando me convocan a una reunión la Sra. María Teresa Castillo de Otero Silva, Presidente del Ateneo de Caracas; el Sr Porte Acero, Directivo del Ateneo y Carlos Giménez, Director de Rajatabla, y me
proponen viajar a Ciudad Guayana para que reemplazara al actor y director Enrique
Porte, que estaba llevando un proyecto de teatro comunitario en convenio con el
Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes y La Casa de la Cultura de Ciudad
Guayana.
Enrique tenía que viajar a Londres por estudios y me propusieron
como reemplazo, acepto la propuesta y con el visto bueno de Carlos preparo mi
viaje a Ciudad Guayana.
Me reúno con Carlos para conversar y cuadrar estrategias
de mi hacer en Ciudad Guayana y es cuando bautiza mi proyecto cultural como “El
Rajatabla Guayanés”.
Para ese entonces ya se estaba gestando la organización
del Primer Festival Internacional de
Teatro de Caracas para celebrarlo en 1973 y Carlos, con su gran visión
integracionista y respaldado por María Teresa y el Ateneo, contemplaban no
solamente la realización del festival en la capital de Venezuela, sino que
pudiera extenderse a otros lugares del
interior como Sub-Sedes.
Ya instalado en Ciudad Guayana y ante la orientación de Carlos Giménez comienzo a trabajar sobre la
posibilidad de que Ciudad Guayana fuera Sub-Sede del Festival. Era muy corto
tiempo para ser Sub-Sede del Primer Festival y Carlos invita al Grupo que yo había
creado en Ciudad Guayana, “La Barraca”, a ser parte de la programación en Caracas,
con la obra “Alicia” de Luis Brito García, para que de esa forma tuviera visión
de la organización y de los alcances que podría tener el festival con las Sub-Sedes.
Sin dudas fue un arduo trabajo y de muy poco tiempo para
organizar la Sub-Sede en Guayana, ya que el segundo festival internacional de
teatro estaba a la vuelta de la esquina.
Tenía menos de un año para lograrlo.
El éxito alcanzado por el festival en Caracas tuvo una
amplia repercusión y valoración en casi toda Venezuela, lo que me sirvió de
apoyo para gestionar en Ciudad Guayana que fuera Sub-Sede del II Festival
Internacional de Teatro. La Directiva de la Casa de la Cultura de Ciudad
Guayana me dio el visto bueno y con el apoyo económico de C.V.G. Corporación Venezolana de Guayana y
Siderúrgica del Orinoco (Sidor), firmé convenio con el Ateneo de Caracas. La
Barraca fue el grupo anfitrión del festival y sus integrantes el personal
adecuado para la logística.
Las funciones se realizaron en el Teatro Cuyuní de
Matanzas, anfiteatro de la empresa siderúrgica ubicado a unos 20 kilómetros de
las zonas urbanas. Se pusieron autobuses gratuitos para el traslado del público
en puntos estratégicos de la ciudad.
Quedaba esperar la reacción del público y la sorpresa fue
magistral, se hacían colas como tres horas antes para poder entrar, y cada
función se colmaba de bravos y aplausos.
Las agrupaciones de teatro de la ciudad tenían entrada libre.
Así sucedió con todas las otras ediciones como Sub-Sede
(1976-1978-1981-1983-1990- 1992).Conformé un gran equipo de trabajo liderado
por La Casa de la Cultura y La Barraca y se incorporaron nuevos auspiciantes: C.V.G Alcasa, C.V.G Ferrominera Orinoco, Gobernación del Estado Bolívar,
Alcaldía de Caroní, Fundec (Fundación Desarrollo y Cultura de Ciudad Guayana), individualidades y negocios.
Los espacios para las presentaciones comenzaron a
cambiar, las exigencias de las agrupaciones teatrales nos obligaban a
reinventar espacios, desde al aire libre, parques, salas, espacios alternos y
cada uno de ellos cubrió la expectativa de los elencos y del público.
La edición del año 1978 coincidió
con el Festival Internacional del Teatro de las Naciones y La Barraca fue
invitada a Caracas presentando la obra “Todos esperan ese día”, versión de la
obra “El Menú” de Enrique Buenaventura. Un maratón de ida y vuelta ya que
estábamos con la Sub-Sede en Ciudad Guayana.
La
última edición que organizamos en convenio con Fundateneofestival fue la del
año 1992, que no pudimos continuar por la situación económica que empezó hacer
mella para la organización.
Sin
embargo Ovidio Jiménez, ex integrante de La Barraca, tomó las riendas y junto a
su agrupación Teatro Experimental organizó en el año 1997 la Sub-Sede del XI
Festival Internacional de Teatro.
El
Grupo La Barraca se presentaba en Caracas con la obra “Más allá de la vida”,
imaginería teatral de Juan Pagés con textos de Carlos Brito.
ALCANCES
Y LOGROS
Las distintas ediciones de los festivales en nuestra Sub-Sede reunió a
directores, directoras, actores, dramaturgos, escenógrafos, en diferentes talleres y clases
magistrales, para los diferentes grupos de la región y también para un público ávido a la confrontación a las
tendencias más diversas, y fue también punto de encuentro de todos los hacedores de
teatro, foráneos y del lugar.
Pudimos reunir miles de personas en salas de teatro, espacios no
convencionales, parques, calles, avenidas y espacios públicos de Ciudad Guayana,
esperando que continúe esta oferta.
Nos vimos obligados a reinventarnos cuando no contábamos con los
elementos técnicos y espacios adecuados para las presentaciones.
En una visión macro los aportes del Festival Internacional de Teatro de Caracas atrajeron la atención a nivel mundial aumentando la visibilidad y la reputación cultural de Venezuela en el escenario internacional, fomentando el intercambio cultural entre Venezuela, los artistas y las audiencias extranjeras.
Logró
que las agrupaciones de teatro locales establecieran contactos con compañías y
artistas internacionales, logrando que algunas agrupaciones realizaran coproducciones y proyectos conjuntos.
Al
tener las agrupaciones invitadas una amplia y variedad de estilos, géneros y
enfoques teatrales, enriqueció la experiencia del público así como a las
agrupaciones locales exponiéndolos a formas de teatro que difícilmente podrían no
haber experimentado de otra manera.
El Festival ofreció oportunidades formativas,
como talleres, charlas y conferencias, que enriquecen la comprensión del
público sobre el teatro y las artes escénicas.
La asistencia del público al festival
internacional de teatro fomento la
apreciación de las artes escénicas y promovió la asistencia a eventos teatrales.
Además proporcionó una plataforma donde las
agrupaciones locales mostraron su trabajo a un público más amplio, incluyendo a
críticos y programadores internacionales con los cuales establecieron
contactos, lo que les brindó oportunidades de colaboración, giras
internacionales y coproducciones. Por otra parte lograron
observar nuevas técnicas y enfoques que pudieron aplicar en su trabajo.
JUAN PAGÉS
Una labor ininterrumpida de más de 50 años en el área de la docencia y del hecho teatral, marcando pauta por la constancia, dedicación y alta convocatoria. Sus inicios se dieron en 1965 en la provincia de Córdoba, Argentina, pero es sin duda el haberse radicado desde 1973 en Ciudad Guayana, Estado Bolívar, Venezuela, lo que le llevó a realizar su gran y prestigiosa carrera teatral y como docente. Fue cofundador junto con Carlos Giménez, Mariel Jaime Maza y otros jóvenes del prestigioso grupo Rajatabla en Caracas, el 28 de febrero de 1973.
El desarrollo de su obra artística y docente ocupa los renglones: Dirección – Actuación – Dramaturgia –Puesta en escena, sin dejar de lado acciones en la Promoción y Difusión, Formación, Documentación, Investigación y Revitalización de la infraestructura para el hecho teatral y socio cultural.
Fue Fundador del "Grupo Gente de Teatro" (Argentina); Fundador y Actor "Grupo Rajatabla" (Venezuela); Fundador Director – Actor – Docente de "Fundación La Barraca" (Venezuela).
C Como docente y gerente ha ejercido los siguientes cargos en Venezuela: Director y Docente Escuela Superior de Teatro; Docente Sistema Nacional de Culturas Populares; Director General Sectorial de Teatro, Consejo Nacional de la Cultura; Director de Cultura. C.V.G. Ferrominera Orinoco; Coordinador de Áreas Extracurriculares U.E. Miguel Otero Silva; Coordinador Cultura. C.V.G. Corporación Venezolana de Guayana; Secretario Ejecutivo Casa de la Cultura Ateneo de Ciudad Guayana; en Argentina: Profesor Teatro Instituto María Auxiliadora Neuquén.
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