Roberto Calvarese y Marta Queralt Vila en el FITC, esperando para entrar a la sala Anna Julia Rojas. Fuente: MQV |
El Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC) me abrió las puertas al maravilloso mundo de las
artes escénicas y conocer compañías internacionales tan relevantes me permitió
entender el buen nivel de lo que veíamos y los personajes internacionales que
nos acompañaban.
El
presupuesto que se dedicaba a la cultura y a estos eventos convertía a la
ciudad de Caracas en una gran fiesta, en donde todos los estratos disfrutaban
de los espectáculos de calle y también de
las puestas en escenas en espacios
cerrados.
Y sin duda que los venezolanos, al tener tantas
referencias, nos colocamos en un nivel de público exigente.
María Teresa Castillo era la gran protectora, no solo del festival sino de todo
aquello que involucraba al Ateneo de Caracas, un espacio que siempre estuvo abierto
a todas las personas.
Sin
Carlos Giménez no hubiese existido la fuerza y la fama del festival. Su espíritu
estaba en todos los eslabones de la organización. Era el coronel que sí tenía
a muchos que le escribían para estar cerca de una mente tan brillante.......su
final fue triste para una época dorada del teatro venezolano. Nada volvió a ser igual, al menos en Venezuela.
©Roberto Calvarese
Actor. Director. Miembro del TNT.