Hola Marta, ¿en qué FITC trabajaste y cuál
fue tu tarea en él?
En el FITC de 1990 fui guía del grupo catalán
Els
Comediants
y en
el de 1992 fui Coordinadora
de Guías
junto a Ramón Arturo Gil. Y en 1995, después de la muerte de Carlos, fui Jefe de Distribución de Información.
Luego ya me quedé organizando dos ediciones de los
festivales de música latinoamericana en el Ateneo de Caracas.
¿Qué importancia personal tuvo
para ti el FITC?
Enorme. Porque a partir de ese momento me
dediqué al mundo del arte, me gradué en la Escuela de Artes de la Universidad
Central de Venezuela y trabajé como gestora cultural durante más de 20 años, en
Venezuela y en Catalunya.
¿Qué importancia cultural y
económica crees que tuvo el FITC para Venezuela?
La de colocar el arte y la
cultura en el mapa geográfico nacional y como una prioridad dentro de los
presupuestos del estado.
¿Crees que el FITC benefició o
perjudicó a los grupos de teatro nacionales?
No creo que el intercambio
de manifestaciones artísticas pueda perjudicar jamás, es una fuente de
aprendizaje y crecimiento, por lo tanto los grupos nacionales, tanto de teatro
como de danza, solo pueden haber salido favorecidos.
El FITC, además de
acondicionar teatros y permitirnos acceder a ver y participar en talleres
dictados por maestras y maestros de la escena mundial, ¿crees que sirvió para
algo más? ¿o que el dinero que se usó en
financiarlo se podría haber usado para necesidades más urgentes?
Los FITC colocaron a
Venezuela en el mapa del mundo, fuimos una referencia mundial, cosa que se dice
fácil hoy en día, pero lograrlo representó años de trabajo, lucha y
empuje.
Las necesidades
"urgentes" no fueron, ni serán nunca responsabilidad de quienes
dirigieron los festivales, son y serán
responsabilidad absoluta de los gobernantes de turno. El dinero que se invierta
en cultura siempre será poco, porque la cultura forma parte de la educación
integral de un ser humano y por tanto es básico tener acceso a ella.
¿Crees que el público
venezolano se volvió más exigente con las obras nacionales a partir del FITC?
No necesariamente, porque
para mi el teatro es un texto y un actor y no necesitamos más, pero si creo que
los grupos de teatro se volvieron más exigentes consigo mismo.
¿Qué significó María Teresa
Castillo para el FITC?
María Teresa Castillo fue
la dama de la cultura, creyó en la cultura y en Carlos sin dudas, ni
cuestionamientos. Afortunadamente sus habilidades y ganas facilitaron
negociaciones presupuestarias, en más de una ocasión.
¿Qué significó Carlos Giménez
para el FITC?
¡Carlos fue todo! Pocas
veces en mi vida he conocido a una persona tan joven y con las ideas tan claras
para tirar adelante proyectos. Sus ganas, su energía, su proyección en el
futuro y su creatividad al servicio de todo hicieron posible los
festivales. No puedo dejar de lado a Giorgio Ursini,
que fue
su partner desde Europa, pero Carlos siempre tuvo ese mundo mágico en su cabeza
que hacía que cualquier idea fuera posible materializarla.
¿Quieres contar alguna
anécdota?
Recuerdo que en el festival
del 90, el público rompió las puertas del teatro de la CANTV, y yo estaba en
Rajatabla en ese momento, aunque la oficina de los guías estaba en el Ateneo
pero yo había ido a Rajatabla por algo, el caso es que llamaron a decir que
habían roto las puertas del teatro y Carlos salió de la oficina y dijo: -
Es lo mejor que podía pasar.
!Lo hemos conseguido!.
¿Quieres contar algo que no te
haya preguntado?
Solo quiero dar las gracias
por eso mundo maravilloso que descubrí y que es un pilar en mi vida. Todavía
conservo algún carnets de los festivales y los catálogos me los traje de
Venezuela a Barcelona y allí están en mi biblioteca.
Barcelona,
España, 2 de septiembre de 2023
MARTA QUERALT VILA
Venezolana radicada en España.
Licenciada en Artes por la UCV, Venezuela. Máster en Museología y Gestión del
Patrimonio Cultural por la Universitat de Barcelona, España. Trabajó en dos
ediciones del FITC y en dos ediciones del Festival Latinoamericano de Música
que organizaba el Ateneo de Caracas. En
España trabajó con la compañía de Danza Mal Pelo, en el Museo Picasso y fue
Coordinadora General de la Fundación Romea. En la actualidad es Consejera
Académica.