A CAP le vi una sola vez y me dejó un buen recuerdo. Fue el día del velatorio del director de teatro Carlos Giménez. CAP hizo un alto en sus actividades y, sorpresivamente, se presentó en la funeraria “Vallés” y cubrió el féretro con nuestra bandera nacional. Cuando vi aquello, rompí a llorar de la emoción por algo tan inesperado. Todavía me parece ver a la anciana madre de Carlos, en el cementerio, con nuestra bandera en sus manos mientras su genial hijo descendía al lugar de su último reposo.
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Carmen Guedez
Tinta Indeleble
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