“Después de regresar de Colombia tuve la satisfacción de montar “Fuenteovejuna”. Pero pasó que entró la policía y a los golpes me sacaron del teatro y me encerraron en el Cabildo por 48 horas. Fue mi padre a sacarme. Entonces no tenía más remedio que partir."
"Mi padre fue un hombre sumamente sensible e inteligente (...) desde su condición de obrero podía defender que su hijo estudiara arte dramático o que una de sus hijas fuera dirigente de la Federación Universitaria y volviera de madrugada, después de una jornada de fragor (...) Creo que de alguna medida ganó su batalla porque formó a sus tres hijos, (todos) tuvimos éxitos y hacemos hoy lo que nos gusta para la libertad".
Fuente: Ana Lía Cassina. Archivo: Carmen Gallardo