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Carlos Giménez sobre la dramaturgia venezolana y la argentina: video, entrevista de José Antonio Rial, 1985

 



CARLOS GIMÉNEZ, 30 AÑOS DE AUSENTE PRESENCIA (1993-2023)

Entrevista de José Antonio Rial, Caracas, enero de 1985, Canal 5.

The New York Times, 1987: “El director, Carlos Giménez, ofrece un drama de tan ardiente erotismo que es difícil saber si el olor a fuego en el auditorio proviene de los braseros en el escenario o de los cuerpos de los actores. El Sr. Giménez crea un espectáculo con la belleza y la grandeza cromática de una pintura de Gericault y envía a sus personajes a girar en torno a ella en una danza hipnótica, pero sin difuminar las complejas líneas de la trama." D.J.R. Bruckner, 13 de agosto. 

Universidad de Cambridge, 1986: “En Caracas hay un joven director que ha encontrado la esencia del estilo épico de Brecht y los elementos de los métodos de trabajo de Peter Brook, en soledad, lejos de los maestros europeos. El director es Carlos Giménez.” Glenn Loney.

The New York Times, 1985: “Y la dirección del Sr. Giménez, sin mencionar su uso pictórico de la iluminación, debería decirle a cualquiera por qué este hombre, que aún no tiene 40 años, es considerado el director más grande de Venezuela.Su dominio de las emociones de la audiencia en esta obra revolucionaria es completo.” D.J.R. Bruckner, 17 de agosto. 

Chicago Tribune, 1992: “No es una pieza escénica sombría ni aburrida gracias a la imaginación teatral de Carlos Giménez. No hace falta una traducción para apreciar la inventiva de la puesta en escena.” Richard Christiansen, 3 de Junio. 

Globo Teatral, Moscú, 1988: “Así como Salvador Dalí en sus cuadros más inverosímiles estrecha la maestría académica del dibujo con la capacidad de crear lo real, asimismo, Carlos Giménez en las deformaciones más fantasiosas y singulares de sus imágenes, logra crear algo real, sin duda emocionalmente verdadero …” V. Silunas. 

El Público, España, 1988: "La danza de amor y muerte que ha creado Carlos Giménez sobre uno de los monumentos de nuestro idioma, es, a mi parecer, uno de los grandes espectáculos del teatro en lengua castellana. Expuesta sobre la cuadrícula de sal, a las puertas marinas de Marsala, su tormenta carnal provocaba escalofríos.” Moisés Pérez Coterillo. 

The Guardian, Londres, 1991: “No había tomado en cuenta la brillantez del director y adaptador Carlos Giménez cuya versión me impactó muchísimo La genial producción de Carlos Giménez está destinada a ser una de las más espectaculares del Festival, y en ella se demuestra que la adaptación puede ser un acto de imaginación creativa.” Michael Billington 

ABC, Madrid, 1982: "Habría que destacar, por encima de todo, la labor de dirección, que supone un trabajo rayano en la perfección.” Martín Velasco. 

Tommaso Chiaretti, Roma, 1977: "Un Marat Sade venezolano.” 

Der Tagesspiegel, Berlín, 1982: “Carlos Giménez realiza una puesta ritual, tenebrosa, sofocante, monumental que emana un poder del que no se puede escapar y que ni el idioma español puede expresar.” Hellmutt Kotsschenreuther. 

Jack Lange, ex ministro de Cultura de Francia y fundador del Festival de Teatro Mundial de Nancy, París, 1968: “El espectáculo que has montado es extremadamente interesante, muy rico y lleno de inventiva.En general el montaje permite la resurrección del texto y presenta un enorme interés teatral.” 

Atahualpa del Cioppo, fundador de El Galpón, 1968: “El Estudio barroco de Ionesco presentado por El Juglar acredita un indudable buen gusto, una concepción vibrante y novedosa de la plasticidad escénica; en fin, lo que debe ser un espectáculo realizado con las exigencias estéticas de un teatro de hoy.” 

Rafael Alberti, ABC, Madrid, 20/9/1980: "En cuanto a la dirección del joven venezolano Carlos Giménez puedo decir que me satisface plenamente, que ha sabido dirigir a los personajes con gran acierto, creando un espectáculo original, unido a las arquitecturas móviles de Asdrúbal Meléndez.” 

Rubén Monasterios, El Nacional, Caracas, 1984: “Un director tiene la insolencia de hacer un espectáculo simultáneamente masivo y de cámara. ¿Quién es éste, que sin distanciarse de su línea creativa, así, de pronto, de una vez, de una día para otro, rompe sus propios cánones e inventa y reta descaradamente tu imaginación? (...) Claro, es Carlos Giménez.” 

Carlos Pérez-Ariza, El Nacional, Caracas, 4/2/85: “Giménez se revela con esta producción como uno de los mejores directores del país (…) La iluminación y los efectos que logra Giménez al reflejar sobre la cruz de espejos son realmente sobrecogedores.” 

Rosita Caldera, El Nacional, Caracas, 1991: “Fascinante fue el espectáculo que pudimos disfrutar los que llenamos el teatro Teresa Carreño la noche del jueves para presenciar, con el homenaje a Mozart, una inusual integración de diversas disciplinas del arte. La música, el teatro, el canto, la poesía, la expresión corporal, la arquitectura, fueron una simbiosis de exaltación a la belleza, a la grandeza de la creación humana.”


Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, México, agosto 1989: “Absolutamente emocionante (…)   De veras no esperaba que fuera tan emocionante, tan conmovedora para mí y tengo la impresión de que para el público también porque me di cuenta de que todo el mundo quedó en suspenso desde la primera palabra hasta la última. No se oyó volar una mosca, no se oía respirar.  Es emocionante realmente”.



Jeff Levis, The Daily Journal,1983: “¿Quién dirige con la mentalidad única de un Felliniplanea con la paciencia de un Kissingercombina el arte y el comercialismo con la astucia de un Joe Papp y vive en Caracas, después de haber resucitado de entre los muertos? Carlos Giménez”.


Miriam Fletcher, El Mundo, Caracas, 29/3/71: "Sinceramente es una obra excepcional. Los que vibran; los que sienten; los que anhelan; los que sueñan; los que buscan; los que pretenden; se identificarán con ella. (…) Nunca me hubiese perdonado el no haberla visto.”







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