Sí, cuando concluye "Martí la palabra", presentado por el grupo Rajatabla con un guión de Ethel Dahbar sobre idea escénica de Carlos Giménez, la emoción es tal que el recurso de batir palmas se acomoda como la única vía para exponer los sentimientos que, de no encenderse las luces de la sala, pudieran convertirse en lágrimas de pura emoción acumuladas a lo largo de una hora y minutos que dura el espectáculo.
Fuente: Ana Lía Cassina. Archivo: Carmen Gallardo