“(...) tengo cuatro ofertas para
montajes teatrales y una tentadora propuesta de un canal de televisión. Pero la
etapa está terminada. Hay que tranquilizar el espíritu, alejarse un poco de la
lucha para que esta no se vuelva estéril, insana.
En estos días, frente a una
campaña de prensa en contra mío y del grupo Rajatabla, sólo sentí asco, pena
por esa gente que ha institucionalizado en sus vidas la calumnia, que la tiene
como única arma de lucha, de combate.
Y pensé mucho en Juana Sujo: Juana
criticada, Juana suspendida por el Sindicato, Juana acosada por el chauvinismo
que hoy precisamente la glorifica. Su nombre utilizado para campañas de
venganzas personales, Juana es artista universal y puedo decirlo: Juana la
venezolana.
(…) Hay valores que aún no
se entienden, se comprenderán más tarde, cuando el tiempo ubique cada cosa
en su lugar. Entonces será el tiempo del
diálogo, la oportunidad que ahora nos está negada".
Cinco años más tarde, en 1979, Carlos sufrió en Caracas un terrible accidente que casi le cuesta la vida. La solidaridad y el amor del pueblo venezolano fue tan grande que más nunca abandonó Venezuela.
Fuente: Ana Lía Cassina. Archivo de Carmen Gallardo.