“En
una oportunidad, cuando tenía 12 años, asistí a los ensayos de una obra de
teatro en la cual mi mamá interpretó uno
de los papeles principales. La obra se llamaba “Ardel o la Margarita” de Jean
Anouilh, su director fue Carlos Giménez, a quien recuerdo con mucho cariño. Era
argentino y había elegido nuestro país, Venezuela, para contribuir con el
crecimiento del teatro, un sueño que logró con grandes éxitos.
En
uno de los ensayos, en el que me encontraba como espectadora, vi al director
preocupado porque no encontraba una actriz apropiada que interpretara el
personaje de una niña de aproximadamente 12 años. En ese momento se me ocurrió
acercarme y, con mucha decisión, le dije: “¿Por qué no pruebas conmigo, Carlos?”
Quedó impresionado por mi pregunta (…).”
Ed. Grupo Nelson Inc.
Estados Unidos
2010