Carlos Giménez: "Yo pienso que América
quiere un mundo mejor,
un mundo más justo económica y socialmente; yo
también.
Yo creo que ella cree en la libertad, y yo creo en la libertad"
América Alonso: "A mí me parece muy importante que el
público
adquiera el hábito de ir al teatro"
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Izquierda a derecha: Héctor Clotet, Carlos Giménez, Daniel Farías, América Alonso. Fuente: Héctor Clotet, Edén Valera. |
Sofía Imber: A mi derecha, América Alonso,
a la izquierda, Carlos Giménez, -dijo Sofía a modo de presentación-. A
mi derecha, una gran actriz, y a mi izquierda, un gran director, y
entre los dos hacen un teatro que es un grupo fabuloso que es
"Rajatabla", el cual viajó al Festival de Teatro Abierto de Brokslav,
Polonia, y después en cuatro ciudades de ese país, entre ellas, la muy
famosa Universidad de Lublin, en Kattowitz, y después participaron con
el espectáculo "Juanbimbada", estrenado en el Teatro Giorgio Belli de
Roma; ellos obtuvieron el premio Dionisio de Plata en el Festival
Internacional de las Cinco Tierras.
Son muchos premios, son muchos
países; y vamos por partes.
Primero, ¿qué significa para una actriz,
para lo que se llama en todas partes una primera actriz, y para un muy
joven y valioso director, salir fuera de Venezuela, fuera de su país, de
su idioma, a un país tan opuesto? Es decir, un grupo latino, con la
lengua española, a un país difícil como es Polonia, con otro idioma, con
otras costumbres, con otro clima.
América Alonso: Es una experiencia
maravillosa, francamente maravillosa, -expresó América-. Yo nunca
esperaba que habría tanta acogida, tanto interés por todo lo que viene
de fuera; y creo que principalmente el espectáculo se ha entendido
gracias al logro plástico, gracias a la dirección de Carlos, aparte de
que antes de comenzar el espectáculo siempre se explicaba de qué se
trataba, quiénes eran los autores y los actores, qué queríamos decir con
este espectáculo; pero plásticamente tenía una gran fuerza. Bueno, ya
eso lo podrán ver ustedes aquí en Caracas y también en Maracaibo.
Sofía Imber: Y para ti, ¿significaba cambiar?, ¿tú cambias ligeramente o totalmente cuando vas a otro país? América habla de la plasticidad que, sin duda, tenía que ser más fuerte que lo verbal y que lo oral.
Carlos Giménez:
No, lo que pasa es que nosotros tuvimos la suerte de ser seleccionados
para un festival que está considerado el de mayor nivel teatral del
mundo, que es el Festival Internacional de Teatro Abierto de Brokslav,
en donde se supone que hay dos factores importantes que inciden mucho
para que el espectáculo sea comprendido: en primer lugar, que hay un
ambiente general, digamos, totalmente teatral; la ciudad entera vive
aquel fenómeno en el que participan 50 de las mejores compañías del
mundo; y en segundo lugar, un público que a través de cinco años de
Festival Internacional, ininterrumpido, ha tenido la oportunidad de ver
por lo menos 300 espectáculos en 20 ó 30 idiomas diferentes, -explicó
Carlos-. Es decir, un poco acorralado por la TV y por el cine, el teatro
ha tenido que inventar su propia, digamos, trampa para poder competir
con dos industrias tan poderosas como el cine y la TV; y se ha dado
cuenta de que la única posibilidad es no tratar de competir ni con el
cine ni con la TV, sino encerrarse en todos aquellos elementos que han
hecho que el teatro sea, después de dos mil años, todavía un arte vivo.
Con esto te quiero decir que el cuerpo tiene ya un valor distinto en el
teatro, en los sonidos; un actor no se limita a hablar como antes, y
allí está el caso de América. América
es una actriz, a mi criterio la mejor actriz que tiene este país, la
primera actriz que tiene este país, una actriz que ha hecho todo en TV,
que ha hecho todo en teatro, o sea, que hizo todo lo que puede hacer una
primera actriz en cualquier país del mundo; y ella tuvo una experiencia
con un grupo semiprofesional, experimental, en donde las técnicas que
habitualmente son importantes para un profesional, en ese grupo no son
importantes, y América las utilizó como si las conociera desde siempre.
Sofía Imber: América
decía: gracias a la plasticidad y gracias a la posibilidad de la puesta
en escena; y Carlos Giménez habla y dice: eso es posible porque América Alonso
es una primera actriz que puede serlo a todos los niveles. Hay una
relación que yo creo que es el momento de conversarla. Yo digo siempre
que a esta hora nos ven muchas más mujeres que han admirado a América,
que la han visto en diferentes formas de mujeres que ha representado
ella en las telenovelas de la TV; y hay una relación que se establece
entre el director y sus actores, pero sobre todo con sus primeros
actores, con su primera actriz; y también esa actriz y el director, en
el sentido de que tiene que tener un conocimiento, una manera de
decir...
Por ejemplo, sin ir más lejos, tú -le dice a Carlos- hablabas de diferentes
idiomas, y quiero recordar a todas las televidentes de las relaciones
tan extraordinarias que había y que hay entre Daniel Farías y nosotros,
Carlos y yo. Daniel no tenía necesidad, absolutamente, de estar
diciéndonos cosas; yo creo que ya las cámaras iban solas. Ahora nos está
dirigiendo, desde hace dos días, Iván Valdez, y es otro tipo de
relaciones. Es decir, se establece una mutua relación, las cámaras
establecen relación con uno. ¿Cuáles son las condiciones para que un
director pueda trabajar con una actriz, y la actriz pueda sentirse
dirigida por un director?
América Alonso: Yo me siento muy bien trabajando
con Carlos. Yo, muchas veces lo que él me explica y lo que él trata de
que yo consiga, yo creo que a veces lo complemento, tal vez sea porque
llevamos ya tantos años trabajando juntos, como unos cuatro o cinco,
entonces nos conocemos demasiado. Muchas veces a mí Carlos empieza a
decirme algo, y ya yo entiendo lo que él me quiso decir, y no hace falta
que él me lo termine de explicar: la compenetración. Lo que tú tenías,
en cierto modo, en ese otro mundo que es la TV, con Daniel, que ustedes
se complementaban tanto; yo creo que con Carlos y conmigo, personalmente
yo lo he logrado.
Sofía Imber: Sin duda no es fácil ni mandar ni ser
mandado, pero es una relación así; es una relación de alguien que le
dice: yo concibo una obra teatral y concibo que este personaje es esto y
esto, y esto...
Carlos Giménez: No es enteramente así, yo creo que hay
otro factor que es fundamental, y creo que insustituible, para que dos
creadores, o dos artistas, o dos trabajadores del teatro se entiendan, y
es que sean solidarios humanamente en lo que piensan del mundo, en lo
que piensan de la vida.
Voy a hacer hincapié en este momento, en que América
solo va a estar diez días en Venezuela, en que el teatro venezolano
actualmente está pasando un mal momento porque hay una oleada de teatro
comercial, de aquel teatro comercial que se hacía 20 ó 30 años atrás en
México o en la Argentina; entonces, hago hincapié en decir que lo que es
más ejemplar en el caso de América es su actitud como profesional, porque, ¿qué necesidad tiene América
en estos momentos de estar haciendo teatro con un grupo experimental,
yendo a Festivales a los que podría ir personalmente invitada, o podría
ir porque quisiera ir, porque puede hacerlo, está en condiciones
materiales de hacerlo? Y ella está porque cree que está cumpliendo una
misión determinada para la cultura de su país. Ella lo repite cada dos
por tres, y lo dijo en entrevista en El Universal: se está preparando
para una labor fundamental, es decir, se está preparando para ser una
docente del teatro del mañana en Venezuela. Entonces, aparte de las
cosas que generalmente América da
en un ensayo, está la capacidad con que ella asimila todos los problemas
de lo que es producir un espectáculo teatral, las limitaciones con que
se trabaja en Venezuela, desde encontrar la plata para producir el
espectáculo hasta encontrar el público exacto que lo pueda comprender.
Sofía Imber:
Carlos dijo ahora que era muy importante que hubiera entre los actores,
y vamos a dejarnos de cuentos ahora, entre el primer actor y la primera
actriz, que son los más importantes, no vamos a pensar que no es así,
que entre ellos y el director tuvieran del mundo una visión semejante;
eso significa también compartir la visión del mundo, sobre todo
compartir lo que es el ser humano, en qué está, en qué sociedad está, en qué
modelo de sociedad, -destacó Sofía-.
No estoy segura, pero no sé si
cuando estaban en Polonia, a lo mejor América
y tú no tenían el mismo concepto de lo que significaba aquel público
tan ávido, porque a pesar de no ser como acá, respira un poco más, pero
fue un público muy maltratado por el régimen totalitario. Yo creo que a
lo mejor dentro del grupo hay gente que piensa en forma diferente, sobre
cosas básicas y, en este caso, sobre una cosa totalmente básica que es
la libertad de expresión, la libertad del teatro, que está cercenada en
los países totalitarios y, sin embargo, ustedes han formado un grupo
maravilloso que viene trabajando desde hace cuatro o cinco años. ¿Cómo
se explica eso? Entonces tu tesis se cae, porque hablaste de
cosmovisión, de una visión del mundo globalmente.
Carlos Giménez: No,
porque yo creo que se puede disentir en aspectos, tal vez en la forma de
llegar a algo. Lo importante es que en ese algo o en esa meta uno esté
de acuerdo; yo creo que nosotros coincidimos en cosas fundamentales. A
lo mejor usted se refería en el aspecto ideológico, yo pienso que
nosotros estamos muy cerca de América en el aspecto ideológico; yo pienso que América
quiere un mundo mejor, un mundo más justo económica y socialmente; yo
también. Yo creo que ella cree en la libertad, y yo creo en la libertad;
ella cree en lo que tú dices, en el sagrado derecho de la libertad de
pensamiento, en el sagrado derecho de la libertad de expresión; yo
también. Y yo, particularmente, estoy en contra de cualquier sistema o
régimen que cercene esa libertad.
Sofía Imber: Yo creo que eso que es muy difícil sin esas coincidencias, es casi imposible.
América Alonso: Imposible, sí, imposible.
Carlos Giménez:
Ahora, sí hay que estar también claro que hay muchas maneras de coartar
la libertad de pensamiento; hay muchos vehículos para eso. Por ejemplo,
en el caso del teatro en los países socialistas últimamente ha habido
un vuelco extraordinario, y la gente joven que nosotros conocimos en
Polonia, la gente joven dedicada al teatro, es una gente verdaderamente
extraordinaria, humanamente muy rica, con unos valores espirituales
perfectamente delineados.
América Alonso: Con excepción del teatro de protesta de los estudiantes universitarios, casi todo ese teatro es místico.
Sofía Imber: Polonia lo es en cierta manera.
Carlos Giménez: Polonia es un país muy religioso, muy místico.
Sofía Imber Bueno, por eso tuvieron los grandes problemas con el sistema, porque
ellos son muy católicos, sumamente católicos. Carlos dijo otra cosa muy
interesante, que Caracas está invadida del mal teatro argentino, del mal
teatro mexicano, es decir, del mal teatro comercial, al lado del teatro
experimental, que ha crecido y, entre otros, ustedes han contribuido
enormemente con eso. Pero, ¿no creen ustedes que aún el mal teatro está
significando que Venezuela desea teatro, que hay público para el bueno,
para el regular y para el malo, y que justamente es el deber de ustedes
de llevar a ese público al buen teatro?
América Alonso: Ahí no estamos un
poco de acuerdo Carlos y yo. Yo creo que aunque es un teatro con el cual
uno no está de acuerdo, a mí me parece muy importante que el público
adquiera el hábito de ir al teatro.
Sofía Imber: Eso es lo que yo digo.
América Alonso:
Mientras que Carlos no está de acuerdo con eso, yo digo que si una
persona un día lee un libro, otro día leerá otro libro mejor.
Sofía Imber: Yo pienso igual.
Carlos Giménez:
No; porque pienso que ese público iría lo mismo se hiciera un teatro de
un nivel más elevado. Es decir, yo pienso que hay un determinado
teatro, como hay una determinada TV, como hay un determinado cine, que
atenta contra los valores permanentes del ser humano. Es decir, por ejemplo,
hay determinadas piezas, determinadas comedias, algunas de ellas en
cartel en este momento, en donde problemas verdaderamente serios de la
comunidad son utilizados de una manera procaz, lamentable, se desvirtúan
todas esas cosas; entonces se pretende nada más que el chiste barato,
la risa, así, vendida a media locha, y en eso no estoy de acuerdo. No
estoy de acuerdo porque sé que en este país hay una gran cantidad de
gente que día a día trabaja por hacer un teatro que sirva al país.
Sofía Imber:
Ustedes lo están haciendo, y ustedes no pueden decir nada porque tienen
siempre el teatro lleno; siempre he sabido del éxito de ustedes y,
además, la medida de que es bueno, y aunque el teatro está aún en un
comienzo muy interesante, lo bueno es bueno. En Polonia obtuvieron su
premio, fueron seleccionados...
América Alonso: Hoy nos llegó una invitación, -interrumpió la invitada-.
Sofía Imber ¿De dónde es la invitación? Es mejor oírlo de tu boca que leer yo la invitación. ¿Qué van a representar allí?
América Alonso: Viene de Alemania, del Festival de Erlangen, "La Juanbimbada" ha sido invitada.
Carlos Giménez:
Es que al Festival de Brokslav van los organizadores de los festivales
más importantes de Europa, y van con la intención de seleccionar los
grupos para sus festivales.
Sofía Imber: Ahora tú, que pareces selectivo, un poco elistesco, y estoy más de acuerdo con la tesis de América,
que yo creo que la gente que empieza a leer puede empezar leyendo un
periódico, luego toda una revista, y después coge un libro. En el Museo,
por ejemplo, yo he tratado mucho eso, de que la gente venga sin miedo
al museo, y entonces me dicen: ¡pero, caramba!, y esa proliferación de
galerías. Y entonces les digo que yo la primera en parecerme horrible la
cantidad de quincalla y eso. Pero el hecho de que la gente entre a esas
quincallas, después compara con lo que ve en el museo, y ya tiene una
visión. El hecho de que proliferen no significa que Venezuela no tenga
gusto; y de repente hay cosas horribles, y fíjate cuánto he criticado yo
esas cosas.
Carlos Giménez: Ése ejemplo no es válido, porque en el caso
de tu museo han ido miles de personas, miles y miles de personas, y todo
lo que se ha visto siempre ha tenido un valor artístico.
Sofía Imber: ¡Ah!, eso sí.
Carlos Giménez: Nunca se han visto allí cosas horribles, o quincallería como tú dices.
Sofía Imber:
Pero yo incluso hablo de esos camiones que se paran por ahí con
cuadros, y la gente hace el esfuerzo de comprarlos con sus marquitos y
su cosa, bueno, será que está empezando un gusto por el color y por la
forma, siempre es algo, -planteó Sofía-.
Carlos Giménez: Pero es distinto.
En ese caso hay un problema de mal gusto que puede hacer mal
estéticamente nada más; el teatro no, el teatro puede hacer mal
pedagógicamente.
Sofía Imber: Porque tú tienes amor por el teatro, pero
nosotros que tanto queremos a las posibilidades plásticas, creemos así
mismo que se hace el mismo daño con la mala plástica que con el mal
teatro. Pero yo creo que eso es demasiado profundo, y me gustaría que me
dijeran adónde están invitados, porque es muy importante. ¿Ustedes
creen que la "Juanbimbada" es verdaderamente la representación óptima
del teatro venezolano? No te estoy preguntando sobre el espectáculo,
sino sobre la "Juanbimbada" en sí, la obra, el yo, -aclaró Sofía al reír
América-.
América Alonso: Es un texto muy válido, es un texto muy importante, venezolano.
Carlos Giménez:
Es la primera vez que la poesía de Andrés Eloy Blanco sube al teatro en
forma de espectáculo dramático, es decir, no ya en forma de recital,
porque lo que nosotros hacemos es una pieza, es un espectáculo teatral. Y
pienso que hay como el rescate de ciertos autores y de una temática,
hay como una aproximación a los problemas, digamos, más simples, pero, a
la vez, más permanentes del hombre y la mujer venezolanas.
Sofía Imber: Entonces, ¿ustedes creen que al llevar "La Juanbimbada" están llevando la quintaesencia del teatro nacional?, -insistió Sofía-
Carlos Giménez:
No, -respondió el director teatral riendo-. No; yo pienso que lo que se
muestra es, digamos, un aspecto de lo que se está haciendo en Venezuela
para encontrar un teatro venezolano.
Sofía Imber: Yo no soy crítico
teatral, pero sí me interesa mucho lo que ustedes hacen en teatro. ¿Han
pensado que el teatro de ustedes tiene posibilidades de ir a los niños?
Carlos Giménez: ¡Por supuesto que sí!
Sofía Imber:
Ustedes han hecho teatro donde van adultos, solo adultos y no niños.
Ese teatro va entonces a hombres y mujeres. ¿Ustedes creen que existe un
teatro que le es más cercano a la mujer?, ¿hay un teatro, autores
teatrales, una problemática que en este momento se esté acercando más a
las televidentes que nos están viendo?
América Alonso: ¡Caramba, no sé!
Sofía Imber:
De todos los papeles que tú has hecho, ¿tú crees que hay alguno en el
cual tú sentías que las mujeres estaban más cerca de ti, que estaban tú
expresándote por ellas?
América Alonso: Fíjate tú, mi experiencia, por
ejemplo, en "La Valija" ha sido que es una pieza que ha tenido mucho más
éxito con las mujeres que con los hombres, porque el hombre se sentía
siempre ofendido en su amor propio, vamos a decir, un poco en el
machismo latino; quedaban muy mal, y las mujeres disfrutaban mucho con
aquello, -el comentario de América provocó risas-.
Sofía Imber: ¿Dónde está la Shakespeare mujer?, ¿dónde están las grandes autoras de teatro?
Carlos Giménez: Lamentablemente en el teatro no ha habido grandes autoras.
Sofía Imber: Pero sí grandes intérpretes femeninas.
Carlos Giménez: Como el teatro es una manifestación colectiva ha habido más grandes actrices que grandes actores, -admitió Carlos-.
Sofía Imber: O sea, que las mujeres son mejores actrices y los hombres mejores autores. Gracias América, gracias Carlos.
Nota: Negritas y links son un agregado de este blog.
Fuente texto: Sala Virtual de Investigación CIC-UCV
Fuente foto: Ángel Fernández Mateu / Carlos Giménez