Karl Hoffmann, actor y director: “Nunca podríamos decir que el arte venezolano y los hacedores de teatro se perjudicaron por el FITC, tenían una escuela en vivo frente a ellos, tenían los mejores espectáculos” / entrevista de Viviana Marcela Iriart, Panamá, 12 de octubre de 2023

 







 

Carlos Giménez fue un tipo tan plural, que a los que se consideraban sus enemigos también los invitaba a participar del Festival Internacional”


Karl Hoffmann con Carlos Giménez



 

 ¿En qué FITC trabajaste y cuál fue tu tarea en él?

Yo trabajé en el tercer o cuarto Festival Internacional de teatro. Estaba iniciándome en la gestión actoral y la Fundación Rajatabla nos otorgó a ciertos actores un PASE VIP que nos autorizaba a entrar de manera ilimitada a todas las representaciones.

No nos pidieron colaboración en nada, sin embargo, nuestro compromiso fue colaborar en la logística, atender a ciertos grupos, prestar apoyo a los actores, solicitudes expresas varias, nos vinculábamos con todo el mundo. Y por qué digo que no nos solicitaron nada, porque la Fundación Rajatabla como organizadores primarios, y Carlos Giménez a su cabeza, lo que quería era que nosotros nos nutriésemos de toda esa maravilla que pudo llegar en algún momento al país para mostrar el arte teatral en su esencia. Para nosotros, jóvenes inquietos, fue una oportunidad de lujo, de oro, porque nos encontramos con cosas que jamás habíamos visto, tan profesionales, salvo lo que teníamos y hacíamos en Rajatabla, nuestro mejor referente, y que para ese momento era una de las instituciones más importantes o la más importante dentro del territorio nacional; y soy testigo de cuando viajé con Rajatabla que era una representación venezolana del arte teatral increíblemente notable y admirada por muchas personas.

¿Qué importancia personal tuvo para ti el FITC?

La importancia del Festival Internacional particularmente me dio luz, despertó mi creatividad, intensificó mis ganas de seguir siendo actor, creador, vi el mundo del arte de escénico con mayor amor, con mayor respeto, con mayor compromiso, me enamoré indiscutiblemente del teatro, me enamoré de mi entorno, me convirtió en un ser mucho más sensible, en un ser que quería ser más inteligente, me invitó a la reflexión. Tenía frente a mí hechos histriónicos y artísticos de altísimo nivel. Por Venezuela pasaron los mejores grupos y los mejores espectáculos teatrales del mundo, por lo tanto, dejó una huella significativa en mi crecimiento profesional y personal.

¿Qué importancia cultural y económica crees que tuvo el FITC para Venezuela?

La importancia indiscutiblemente económica es algo que debería preguntarse directamente a los que se involucraron en ese particular, pero, obviamente que todo evento de esta naturaleza, ya es una estructura como tal importante y deja vestigios económicos, pero sobre todo deja trazos culturales.

Recuerdo muy bien que se abrieron las puertas a muchas personas que no podían pagar entradas, entonces dábamos oportunidades. Yo varias veces presté mi carnet para que otras personas, que no podían acceder, viesen las obras que ya yo había visto, eso fue una pequeña triquiñuela juvenil, pero lo hacía desde la inocencia y desde el amor, no me siento culpable para nada, al contrario, me siento feliz de haberlo hecho. El Café Rajatabla era una fiesta perenne, se movía y el Café del Ateneo estaba activo, los hoteles se movían, los restaurantes se movían, entonces ese festival era una fiesta capitalina; y en el interior, cuando se iba de gira, era una réplica de la fiesta del FIT, en una Venezuela maravillosa donde el dinero rendía, donde había dinero para poder comprar una entrada, poder salir, poder disfrutar, por lo tanto, ver y asistir a este tipo de espectáculos, culturalmente te nutrias y administrativamente y económicamente el país también.

¿Crees que el FITC benefició o perjudicó a los grupos de teatro nacionales?

Jamás un grupo teatral venezolano se pudo haber perjudicado, para nada. Nunca podríamos decir que el arte venezolano y los hacedores de teatro se perjudicaron, tenían una escuela en vivo, frente a ellos, tenían los mejores espectáculos. Si no te invitaban a participar con un espectáculo, bueno, era porque quizá no cumplía con los estándares que se estaba buscando, como un nivel mínimo exigido para presentarte dentro de un festival. Duélale a quien le duela es la verdad, y si no tenías el nivel, no ibas, pero Carlos Giménez fue un tipo tan plural, que a los que se consideraban sus enemigos también los invitaba a participar del Festival Internacional, entonces no fue nada mezquino, para nada, absolutamente. Nosotros ganamos, todos, los venezolanos y residentes en el país, los artistas ganamos con los festivales internacionales.

¿Crees que el público venezolano se volvió más exigente con las obras nacionales a partir del FITC?

Absolutamente. Teníamos un excelente teatro pero al tener referencias actuales y tan maravillosas de  una Europa que nos dejaba sus avances, de Oriente, de la misma América Latina, nuestro teatro, nuestros creadores y el mismo público se volvieron más exigentes. El FITC fue un sacudón al talento, al riesgo, a la creación, a la competencia sana.

¿Qué significaron María Teresa Castillo y  Carlos Giménez para el FITC?

Carlos y María Teresa significaron el desarrollo del teatro en Venezuela. Ya veníamos con una maravillosa influencia de Alberto de Paz y Mateos, de Juana Sujo, de Gómez Obregón, de muchos artistas que migraron a nuestro país. Con la unión del empuje de Carlos y el entusiasmo perpetuo de María Teresa, se unen dos motores que transforman la cultura en la Venezuela de los años 80. Quitas a uno de ellos y era mutilar la idea. Esa dupla fue mágica, alteradora, apasionada, dinámica, que al día de hoy aún recogemos sus frutos.

¿Quieres contar alguna anécdota?

Sí, una noche estábamos trabajando para el FITC en el Hotel Caracas Hilton, donde la  suite presidencial era rentada para que todos los días hiciéramos reuniones de logística hasta altas horas de la noche. En esa suite, y recuerdo muy bien, un día estaba junto con un grupo de compañeros  y Carlos nos agarró viendo hacia el Ateneo y a Rajatabla, y con lágrimas en los ojos porque Carlos era muy sensible: “boludos, Venezuela hoy nos agradece y nosotros tenemos que agradecerle a Venezuela… trajimos lo mejor de lo mejor al país” y brindamos, así como brindamos en cada uno de los viajes que hicimos representando a Venezuela con la Fundación Rajatabla.

Yo me siento orgullosísimo de haber pertenecido a Rajatabla, haber tenido a Carlos como maestro, como amigo, como confidente, como pana, como jefe, que en paz descanses, pero nos haces falta. El vacío es doloroso. Tu presencia necesaria. Nunca te perdonaré tu terquedad… hoy estuvieses aquí.

 

©Viviana Marcela Iriart

Panamá, 12 de octubre de 2023

 

 

 

 

 

KARL HOFFMANN

Actor, director, escritor, locutor y productor venezolano radicado en Panamá.

En su haber tiene realizadas más de 50 obras de teatro, 27 telenovelas y series televisivas y 15 películas. En todas ellas como actor, y en algunas paralelamente como productor y director. Cosecha 9 galardones resultado de la dedicación de 40 años de trabajo artístico y creador, tanto en la docencia, la radio, la televisión, el teatro y el cine.

Inicio sus estudios de actuación en Venezuela en la escuela de arte dramático “JUANA SUJO”. Formó parte de los grupos teatrales DIMMER, THALIA, RAJATABLA, COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO, TEATRO DEL SIGLO.

Del año 1984 al 2015 trabajó como actor, escritor, director y  productor en RADIO CARACAS TELEVISIÓN y VENEVISIÓN.

Trabajos en radio como locutor:  MAGAZINE SEMANAL (1986-87); PERSONALIDADES, en su propia radio digital CICA RADIO, y actualmente, 2023, en RANKING 100.7 FM con su programa VENEZUELA EN POSITIVO.

Fue Host de CINEMAX, canal internacional de cable, del año 1995 al 97.

En Panamá, desde el 2016 dirige y produce teatro y es productor de contenidos audiovisuales digitales y para empresas independientes  y dedicado a la asesoría comunicacional en canales televisivos panameños: TVN y MEDCOM.

Desde el año 2005 a la actualidad, se ha dedicado a la gestión docente y asesorías, abriendo el CENTRO INTEGRAL DE CAPACITACIÓN ARTÍSTICA, hoy, “CICA INTERNACIONAL”.

www.cicainternacional.com 
www.karlhoffmann.net