“En 1968 llegamos al Festival de Manizales (…) presentamos un espectáculo llamado “La Querida Familia”, antología barroca de Ionesco y el jurado integrado por Ernesto Sábato, Pablo Neruda, Jacques Lang, Miguel ÁngelAsturias, nos otorga un premio.” Carlos Giménez (entrevista)
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque Carlos (Argentina 1946-Venezuela 1993) en apenas 30 años de carrera dirigió más de 60 obras de teatro en Argentina, Venezuela y en Estados Unidos, donde fue invitado por el mítico Joseph Papp y creó ocho instituciones culturales de gran importancia.
¡Bravo, Carlos Giménez! Porqué creó el Festival Internacional de Teatro deCaracas, junto a la entrañable y talentosa María Teresa Castillo; el IUDET (Instituto Universitario de Teatro), el Grupo Rajatabla, el Taller Nacional de Teatro (TNT), el Teatro Nacional Juvenil de Venezuela (TNJV), el Centro de Directores para el Nuevo Teatro (CDNT), ASITEJ (Asociación Internacional de Teatro para la Juventud), Rajatabla Danza y, en Córdoba, el grupo El Juglar cuando todavía era adolescente.
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque cuando Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, vio el “El Coronel no tiene quien le escriba” adaptada y dirigida por ti dijo de sus personajes: “No los reconozco, los conozco. No los había conocido, los conocí ahora. Yo me imaginaba cómo eran, pero nunca los había visto. Ahora los vi.”
¡Bravo, Carlos Giménez! Por haber llevado a Venezuela lo mejor del teatro del mundo, permitiendo que tomáramos talleres con los grandes Maestros y Maestras y ver sus espectáculos a precios populares:Tadeusz Kantor, Berliner Ensemble, Peter Brook, Giorgio Strehler, Peter Stein, Lindsay Kemp, Pina Bausch,Norma Aleandro, Vanessa Redgrave, Kazuo Ohno, Tomaz Pandur, Eva Bergman, Eugenio Barba, Yves Lebreton, Peter Schumann, Antunes Filho, Gilles Maheu, Santiago García, Darío Fo, Els Joglars, Franca Rame, Ellen Stewart, Josehp Papp, Andrezj Wajda, Dacia Mariani…
¡Bravo, Carlos Giménez! Por hitos como “Señor Presidente” de Miguel Ángel Asturias, “Bolívar” y “La Muerte de García Lorca” de José Antonio Rial, “Martí, La Palabra” de Ethel Dahbar, “La Honesta Persona de Sechuan” de Brecht, “Tu país está feliz” de Antonio Miranda, “El Campo” deGriselda Gambaro, “La señorita Julia” de Strindberg, “Peer Gynt” de Ibsen, “El Coronel no tiene quien le escriba” de Gabriel García Márquez… Porque sus obras fueron ovacionadas en Europa, Estados Unidos y América Latina. Porque su talento como director y gerente cultural fue único, extraordinario, irrepetible en la escena latinoamericana.
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque a los 19 años gana sus primeros premios internacionales en los festivales de teatro de Cracovia y Varsovia (Polonia), uno de ellos otorgado por el Instituto Internacional de Teatro-Unesco (ITI) y participa en el Primer Festival de Teatro de Nancy (Francia).
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque a los 22 años recorre América Latina por tierra haciendo teatro para las hijas y los hijos de los mineros, los pescadores, las campesinas, los olvidados y olvidadas de la tierra y nunca dejó de hacerlo.
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque fue generoso, amable, humilde y agradecido, aunque a veces la leyenda diga lo contrario. Un ser humano con todas las virtudes, defectos y contradicciones de los seres humanos.
¡Bravo, Carlos Giménez!
Porque fue un genio.
Y nos hace mucha falta.
“El público se quedó quieto, paralizado, esperando la reacción del escritor (García Márquez) y no aplaudió hasta que él se levantó aplaudiendo con las manos en alto”
¿En qué año y en qué ciudad conociste a Carlos Giménez?
En el año 1987, en Caracas.
¿En qué circunstancias?
Entré al Taller Nacional de Teatro de la Fundación Rajatabla. Después de verlo subir como un huracán por las escaleras, entrar en su oficina y revolucionar todo el edificio...salió y nos encontró en el patio de entrada del edificio Rajatabla. Se detuvo en seco, se dio la vuelta y nos dio la bienvenida.
¿Cómo era Carlos entonces?
Carlos siempre fue el mismo, por lo menos los años que tuve la dicha de trabajar con él. Era como un niño. Como si siempre estuviera jugando a algo. Siempre tenía algún proyecto en la cabeza y era feliz contándote sus planes de nuevos montajes. Siempre fue muy estricto con el trabajo. He conocido a pocos artistas tan comprometidos, puntuales y perfeccionistas.
¿Crees que Carlos cambió cuando se hizo famoso y se convirtió casi en el hombre más poderoso de la cultura venezolana?
Supongo que cambió un poco, pero no en la esencia de lo que siempre había sido. El poder quizás, le dio un acceso más fácil a conseguir lo que quería. Creo que ese poder lo consiguió a base de mucho trabajo, esfuerzo y dedicación. Ese poder que consiguió, en parte, también lo utilizó para ayudar a otros grupos y a otros creadores.
Carlos era un hombre muy generoso, de ayudar mucho a la gente tanto con dinero como con trabajo. En general tenía un carácter apacible pero cuando se enojaba estallaba como un volcán. Yo, que trabajé con él, lo escuché gritar muchas veces pero nunca sin motivo. ¿Cómo fue tu relación con él?
¡Ciertamente gritaba un poco! Pero mirándolo en la distancia me doy cuenta que, casi siempre, tenía algún motivo para hacerlo. El hecho de un actor llegara sin la letra aprendida al ensayo... o que alguien se olvidara de alguna indicación que él había dado o que alguien estuviera distraído en el ensayo eran los detonantes más usuales. Carlos era muy pasional y se tomaba esas cosas de una manera personal. Yo nunca tuve ningún problema serio con él. Teníamos una especie de conexión especial. Alguna vez me gritó alguna barbaridad pero a los cinco minutos me miraba risueño y me guiñaba el ojo. Creo que utilizaba esa técnica para que el elenco se pusiera “las pilas”.
“El Coronel no tiene quien le escriba” se estrenó en el Festival de Spoleto, Italia, con un éxito enorme. Pero su autor, Gabriel García Márquez no estaba allí. En cambio en México sí. ¿Cómo fue ese estreno sabiendo que el Premio Nobel de Literatura estaba en la platea?
Fue algo muy especial saber que Gabriel García Márquez estaba en el público. Estábamos aterrorizados!!!! Al final de la obra, cuando todo el elenco tenía que mover las paredes de "zink" hacia adelante, al proscenio, empujando a Aura Rivas y a José "Pepe" Tejera casi hasta el borde para que la mujer del Coronel le preguntara: "Y ahora...que comemos?" y él rematara respondiendo: "Mierda!"...Todos!!!! Todos estábamos mirando por los agujeritos de las chapas de metal "envejecidas" para poder ver la cara de García Márquez. El público se quedó quieto, paralizado, esperando la reacción del escritor y no aplaudió hasta que él se levantó aplaudiendo con las manos en alto. Fue realmente increíble!
No podría decirte si sabíamos antes de empezar la función que él asistiría. Creo que sabíamos que estaba en DF pero no había seguridad de que asistiera. Y, no sé si mi memoria me falla un poco, creo que nos fuimos pasando el dato, de actor a actor, de que estaba en la sala, cuando nos encontrábamos detrás de las chapas-paredes. No se si la emoción de haberle conocido y saludado borró todo lo que pasó antes!!!
No podría decirte si sabíamos antes de empezar la función que él asistiría. Creo que sabíamos que estaba en DF pero no había seguridad de que asistiera. Y, no sé si mi memoria me falla un poco, creo que nos fuimos pasando el dato, de actor a actor, de que estaba en la sala, cuando nos encontrábamos detrás de las chapas-paredes. No se si la emoción de haberle conocido y saludado borró todo lo que pasó antes!!!
¿Carlos estaba nervioso por la presencia de García Márquez?
Carlos siempre estaba nervioso antes de un estreno!!!! Pero este era especial, sin duda.
¿Qué dijo García Márquez después del estreno?
García Márquez bajó a los camerinos y nos saludó uno a uno. Iba sorprendiéndose con cada uno y diciendo los nombres de los personajes a medida que salíamos de los camerinos. Al final comentó de los personajes: "No los había conocido, los conocí ahora. Yo me imaginaba cómo eran, pero nunca los había visto. Ahora los vi”. Imagínate como nos sentimos con esta declaración. Estaba maravillado con Aura Rivas, con Pepe Tejera, con Aníbal Grunn. Con todos en realidad. Estábamos todos felices, incluido Gabo.
¿En cuáles obras trabajaste con Carlos Giménez?
Cipango de José Antonio Rial
El Coronel no tiene quien le escriba de Gabriel Garcia Marquez.
La Tempestad de Shakespeare
Peer Gynt de Henrik Ibsen
Fuenteovejuna de Lope de Vega
Oficina No 1 de Miguel Otero Silva
La Noche de los tiempos, de José Emilio Pacheco
Próspero, Memorias.
¿Cuál de sus obras de teatro te impactó más? Por qué?
Particularmente me impactó La Celestina, aunque yo no participé en ese montaje. Era mágica y maravillosa la puesta en escena y las actuaciones memorables. Alexander Milic no pudo estar mejor. Me impactó muchísimo. Además yo empezaba mi relación con Rajatabla en aquel momento y aquella obra me dio la señal de que estaba en el sitio apropiado.
No puedo dejar a un lado “El Coronel...”. Participar en ese proyecto desde el comienzo. Poder ver como todo aquello iba tomando forma y se convertía en una obra maestra, fue excepcional. Y luego “Peer Gynt” que para todos, y especialmente para mí, fue un reto monumental.
Todos los montajes de Carlos en los que trabajé fueron maravillosos. Los procesos eran tan creativos y aunque extenuantes en algunos casos, eran procesos maravillosos todos. Muy al contrario de lo que la gente cree, Carlos era un director que permitía que sus actores se involucraran de lleno en el proceso creativo, que participaran y que propusieran constantemente. Era realmente enriquecedor trabajar con Carlos y con el equipo maravilloso que tenía.
Recuerdo que en “Peer Gynt” tenía algún problema para el final del segundo acto. Carlos no encontraba la forma de cerrarlo adecuadamente y siempre nos decía que nosotros, los actores, no estábamos dando lo que él buscaba. Un día improvisé algo distinto para ese final y Carlos, como poseído por alguna fuerza sobrenatural, saltó al escenario y me agarró la mano y empezó a darme indicaciones, corriendo de un lado a otro de aquella rampa hasta que casi en un delirio dijo: “Y entonces, aquí...se abre un hueco en el escenario y Aitor y Erich desaparecen de la escena con un ascensor...”. Luego quedó como extenuado, nos miramos y nos pusimos a llorar. Fue uno de los momentos más mágicos que viví con él.
¿Qué significó para ti la muerte de Carlos?
Una pérdida que no se podría llenar con nada ni con nadie. Sabíamos que estaba muy mal y ese día teníamos función de “La Cándida Eréndira” que dirigió Raúl Brambilla. Estábamos en la Sala Anna Julia Rojas en el Ateneo y recuerdo que Germán Mendieta y yo nos fuimos a llorar juntos a las escaleras de caracol que están al fondo del escenario. Ese día hicimos función y se la dedicamos, pero fue muy difícil hacerla. Muy difícil ante semejante pérdida.
¿Y para la cultura venezolana?
La cultura venezolana perdió a unos de sus grandes promotores y creo que ese vacío se nota demasiado. Hay gente con muchas ganas de hacer cosas pero no ha llegado nadie con la genialidad y el carácter de Carlos Giménez. Perdió a uno de sus mejores artistas.
¿Qué es lo que más valoras de su trabajo y de su persona?
El respeto que tenía a esta profesión. Al arte en general y al teatro en particular. Su capacidad de trabajar sin descanso y hacer que todos nos enamoráramos de sus proyectos instantáneamente. Yo siempre digo con mucho orgullo que me formé en Rajatabla, que allí aprendí todo lo que se de este oficio y que mi forma de trabajar es como me enseñaron mis maestros allí. Rajatabla era Carlos Giménez y yo siempre me he sentido de Rajatabla.
¿Quieres contarme alguna anécdota que hayas vivido con él?
Recuerdo una vez en el Delacorte Theater, en New York, que a Carlos le acababan de hacer una entrevista para los medios de allí e inmediatamente después nos reunió a todo el elenco en el escenario, que era al aire libre, y empezó a gesticular exageradamente y a corregir cosas de algunas escenas. Yo le dije: Pero Carlos yo no estoy en esa escena y dijo, después de guiñarme un ojo: “Es que están filmando a lo lejos y quiero que se me vea con carácter...!!!”
Si Carlos pudiera escucharte, ¿qué le dirías?
Que lo quiero y lo extraño. Y que como me sucede con todos los que he querido mucho, le dedico siempre algún momento del día.
Madrid
22 de agosto de 2013
Fuente: viviana marcela iriart
AITOR GAVIRIA: Actor venezolano de teatro, cine y televisión, residenciado en Madrid. Actuó en más de 25 obras de teatro, 7 películas y 10 telenovelas. Ganador de los premios Nacional de Teatro Infantil y Marco Antonio Ettedgui (Venezuela). Participó en 19 festivales internacionales de teatro, entre ellos: New York Shakespeare Festival (Estados Unidos), Festival de Spoleto (Italia), Londres (Gran Bretaña), Manizales (Colombia), Madrid (España).
CARLOS GIMÉNEZ Y ALGUNAS DE SUS OBRAS EN FOTOS: ARCHIVO DE AITOR GAVIRIA
Aitor Gaviria y Erich Wildpret en "Peer Gynt" |
Aitor Gaviria y Lito Fernández en "Peer Gynt" |
Aitor Gaviria, Germán Mendieta, Aníbal Grunn, Vito Lonardo y José Luis Montero en Peer Gynt |