EL LIBRO DEL AMOR por Viviana Marcela Iriart, editora del libro "María Teresa Castillo-Carlos Giménez-FITC 1973-1992" (2023)


©Rolando Peña-Karla Gómez


Porque este libro es un acto de amor hacia María Teresa Castillo,  Carlos Giménez y el Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC),  ese festín de cultura nacional y mundial que nos regalaron durante 20 años esos dos seres quijotescos, amorosos y mágicos.

Un acto de amor de esos seres maravillosos,  llenos de generosidad y talento  que son el poeta José Pulido (prólogo), el artista multimedia Rolando Peña y  la directora de arte Karla Gómez (portada), la gerente cultural  Carmen Carmona (producción general) y  el fotógrafo  Roland Streuli (fotografías), que acudieron en mi ayuda sin pensarlo dos veces y poniendo amorosamente su arte y dinero de sus bolsillos,  lo hicieron posible.  No tengo palabras, queridas amigas y amigos,  para decirles GRACIAS. Sólo puedo decirles que sin ustedes este libro no existiría.

Un acto de amor de todas las personas entrevistadas y de las que escribieron testimonios, que se tomaron su tiempo para contarnos cómo era el festival y hurgaron en sus archivos para regalarnos material de prensa, carnets y fotos.

Por eso digo que éste es el Libro del Amor y sólo puedo dar un enorme ¡GRACIAS! a todas las personas que forman parte de él.

 

Como este libro no cuenta con subsidios gubernamentales ni aportes de empresas privadas ni de  fundaciones, es que faltan muchas cosas y seguramente encontrarán varios errores. Todos deben ser atribuidos en exclusividad a mi persona, porque fui la encargada de su edición.

Lo que me da tristeza es la poca calidad gráfica de este libro, porque Carlos y María Teresa se merecían una edición de lujo.

Pero no hubo plata para contratar correctora de pruebas, secretaria, asistente, diseñadora gráfica, comprar fotos. Ni para escanear en forma profesional los catálogos: casi todo fue hecho con celular y por eso la mayoría de las imágenes no son buenas. Tampoco pude escanear en su totalidad los 5 catálogos del FITC que tenía: 1973, 1981, 1983 (sólo tenía las páginas publicadas), 1990, 1992, que suman en total más de 900 páginas.

Y tampoco pude conseguir los 9 catálogos del FITC.

Por suerte Carlos Giménez, con esa inteligencia y visión de futuro asombrosas que lo caracterizaban, intuyó en 1992 que a su muerte (estaba ya muy enfermo) su legado en el  FITC se perdería y en el catálogo de ese año incluyó una Memoria de todos los FITC. 

Gracias a ese catálogo es que hoy podemos tener idea de la dimensión gigantesca de los FITC y cómo Venezuela, un país del Tercer Mundo, pudo organizar durante 20 años el que fue llamado por la crítica mundial “uno de los mejores festivales del mundo”. No de América Latina. Del mundo.

Las cifras abruman. En 9 festivales que se realizaron en Caracas y en las subsedes de Maracay, Valencia, Valera, Ciudad Guayana, Mérida, Maracaibo, San Cristóbal, Barquisimeto (¿olvido alguna?) participaron:

·       150 grupos y artistas de toda Venezuela

·       273 grupos y artistas del extranjero

·        55 países de 5 continentes: África, América (las tres), Asia, Europa y Oceanía.

El FITC estaba integrado por  grupos y artistas de teatro para adultos e infantil, teatro de calle, danza, teatro-danza, ballet, happenings, mimos, experiencias libres, marionetas, títeres, café-concert, música popular, música clásica, exposiciones, ciclos de cine, conferencias, foros, master class, congresos, encuentros.

Obras y artistas se presentaban en teatros, salas, calles, plazas, espacios no convencionales, en urbanizaciones clase media y en barrios marginales. El precio de las entradas era para todos los bolsillos, con entradas gratis para grupos y estudiantes de teatro. Y el público que no tenía entrada  hacía una cola paralela a la entrada de cada sala y, si quedaban puestos libres, accedían sin ningún problema y sin que nadie se quejara. El FITC era una fiesta compartida.

Ojalá que para la segunda edición de este libro consigamos el apoyo de alguna empresa privada o fundación venezolana y María Teresa, Carlos, el FITC y Venezuela tengan el libro que se merecen. Porque así como un árbol no puede crecer sin raíces, lo mismo sucede con la cultura.

Y porque este libro no sólo rescata uno de los acontecimientos culturales más importantes de Venezuela y del mundo en el siglo XX: también nos recuerda lo que cientos de mujeres y hombres fuimos capaces de hacer en conjunto, trabajando con las uñas porque el dinero siempre faltó en el FITC, por amor al arte y  a Venezuela. Y a María Teresa y a Carlos, nuestros faros en los momentos difíciles.

Este libro nos recuerda nuestra inmensa capacidad de trabajo, de imaginación para resolver problemas, de solidaridad, de entusiasmo, de talento, de amor. Este libro nos recuerda el poder que tuvimos durante 20 años para construir pirámides a partir de un granito de arena.

Por eso este libro es una celebración a María Teresa, a Carlos, al FITC y a ustedes, personas que trabajaron en él o fueron espectadoras, que lo hicieron posible.


El Nacional,  Caracas, 19 de septiembre de 1974.
 

Muchas veces me han preguntado, ¿porqué nada más el FITC de 1973 a 1992? Por cuatro motivos.

Porque este año se cumplen 50 años de la realización del primer FITC.

Porque este año se cumplen 30 años de la muerte de de Carlos Giménez.

Porque este año se cumplen 11 años de la desaparición de María Teresa Castillo.

Y porque el FITC después de 1992,  que quedó en manos de  María Teresa Castillo y  Carmen Ramia,  merece un libro aparte. Porque fue igual de bueno que los anteriores pero realizado en condiciones económicas y políticas tan adversas que terminaron con su desaparición y la usurpación del nombre FITC por parte del chavismo.

Por eso este libro. Para rescatar, para el presente y el futuro, una parte valiosísima de la historia cultural venezolana del  siglo XX, que significó no sólo la proyección de Venezuela al mundo sino, aún más importante para mí, la posibilidad de que miles de personas, sin importar su clase social, raza, nacionalidad, sexo, orientación sexual, etc., pudieran ver, sentadas una al lado de la otra, lo mejor de la cultura del mundo casi en el mismo instante en que ésta se estaba creando.

María Teresa, Carlos, por todo eso y por mucho más:  GRACIAS.

 

VIVIANA MARCELA IRIART
Los Hornillos, noviembre 2023
Idea. Edición. Entrevistas. Textos. Producción general

Escritora argentina-venezolana nacida en La Plata, Argentina, en 1958 y radicada en Caracas en 1979.  Fundadora y directora de la editorial online Escritoras Unidas & Cía. Editoras y del blog cultural Escritoras Unidas & Cía.

Dramaturga, guionista, entrevistadora, productora teatral, editora de libros y revistas. Trabajó en el Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC), en el Ateneo de Caracas, Compañía Nacional de Teatro de Venezuela, Centro Cultural Prisma, Contemporánea Producción Artística, Fundación Amazonas, Radio Caracas Televisión, Venevisión, Televén, Benny’s Production.

Editora de la revista subterránea de cultura Machu Picchu (1978, La Plata) y coeditora de las revistas Intermedio y Primera Fila (Caracas, 1984-86).

Libros publicados

Novelas: Lejos de Casa, La Casa Lila, Una Cierta Mirada, Historia de Crisi y su sicoanalista Berlia. Teatro: Puerta abierta al mar; Gente a Vista; Esquina con Malvones; Truman (con Leonardo Losardo). Periodismo: ¡Bravo Carlos Giménez!, Entrevistas, Otras Entrevistas. Biografía: Carlos Giménez el genio irreverente (2023).

Ha sido traducida al inglés y al portugués.

 


 

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