Muere en Caracas Carlos Giménez, fundador del Festival Internacional de Teatro de Caracas y de Rajatabla / Diario El País, Madrid, 30 de Marzo de 1993




El sida acaba con el gran gurú del teatro venezolano


Carlos Giménez, fundador del grupo de teatro venezolano Rajatabla, director del Festival Internacional de Teatro de Caracas y uno de los directores teatrales de más prestigio en toda América Latina, murió el pasado domingo en Caracas (Venezuela) a consecuencia del sida, a los 46 años de edad.
"Llorón, sentimentaloide, gritón, reflexivo, tremendo, tenaz como el diablo, injusto como Dios, artista, ególatra, bohemio, flechado por el amor y herido mortalmente por éste ...". Con estas palabras caracteriza una crónica del periódico Eglobo a Carlos Giménez, considerado como un auténtico gurú del teatro venezolano. Había nacido en Argentina y llegó a Venezuela cuando contaba 23 años. La conexión de Giménez con el escritor venezolano Miguel Otero Silva y su esposa, María Teresa Castillo, artífice del Ateneo de Caracas, sirvieron para lanzar y potenciar a ese gran creador, que en 1971 fundó el grupo Rajatabla, casi un cuarto de siglo de historia del teatro en Venezuela. 
Gracias a su talento y a la bonanza petrolera de entonces, que permitía financiar cualquier empresa cultural, el Ateneo de Caracas donde actuaba Rajatabla, se convirtió en una especie de oasis de cultura por donde desfilaron los grupos más interesantes del mundo en los festivales de teatro. El público caraqueño disfrutaba o se irritaba con las escenificaciones de Giménez. Muchos en Venezuela no soportaban la prepotencia y arrogancia de Giménez, que atribuían a su condición de argentino. Pero su capacidad de trabajo y de creación le hacían imprescindible. 
Nacionalizado venezolano, el Gobierno ha decretado tres días de luto nacional por su muerte, que abre serios interrogantes sobre el futuro de Rajatabla. Hace menos de un año, en una conferencia de prensa, Carlos Giménez anunció que ese sería el último festival de teatro que dirigía. Ya conocía la enfermedad que el domingo terminó con su vida.

Fuente: El País